Daegon 25 años después

Por Javier Albizu, 9 Diciembre, 2015
Y parece que fue ayer...
Comienza la cuenta atrás. Va a ser una cuenta atrás bastante larga, pero prefiero tomarme las cosas con tiempo.
Hace mucho tiempo, allá por el año noventa y dos, arbitré la primera partida ambientada en el mundo al que... tiempo después, bauticé como Daegon. Así que, en algún momento indeterminado de dos mil diecisiete se harán veinticinco años de esa efeméride... que carece de cualquier relevancia para nadie (salvo para mi)

Siendo esta fecha / cifra / excusa tan buena como cualquier otra para tomar decisiones, hace un tiempo que me planteé un nuevo reto (para cundo termine alguno de los que actualmente tengo en curso)
En enero, cuando termine mi reto del dibujo, y porque nadie lo está pidiendo, este será sustituido por la tercera intentona de cristalizar en palabras Daegon como ambientación rolera. A ver si esta es la definitiva.

Para llevar a cabo este reto, aparte de volver a poner en funcionamiento a mis oxidadas neuronas, tengo un... plan (o algo).
Primero: Para el día cuatro de enero (cuando dará comienzo el reto), tener listo el índice del material mínimo del que constará el “libro”.
Segundo: Escribir a diario para alcanzar ese “mínimo” de material antes de que termine dos mil diecisiete.
Tercero (y mientras tanto): No cambiar de idea y mandarlo todo a la mierda (otra vez).
Fácil ¿no?
Cuatro: ¿Quién sabe? Ya será dos mil dieciocho (que me conozco e iré apurando hasta el último día entre bloqueos, reescrituras y temas similares) ¿retomar la novela? ¿lanzarme a hacer un tebeo? ¿un juego de ordenador pixelado? Yo qué sé.

Aparte de las redes sociales, volveré a utilizar la (segunda) lista de correo que creé hace once años (y que lleva diez abandonada y me sorprende que no la hayan borrado por inactividad como hicieron con la primera). Uno es así de arcaico (y me sigue pareciendo un método más práctico para tratar los temas de manera ordenada)
Publicaré en mis perfiles de redes sociales las entrabas que vaya subiendo a la web, y mandaré un correo a la lista con el enlace a cada una de ellas.
Cualquier comentario, pregunta y ofrecimiento de ayuda, betatesting, adaptación a otros sistemas de juego, etc será agradecido.

Tengo miedo y ganas a partes iguales (aunque cuando empiece sé que la proporción cambiará a favor del miedo de manera ostensible)
Quiero terminar de concretar todos esos lugares en los que no llegué a arbitrar y que sólo se encuentran de manera neblinosa en mi cabeza.
Por supuesto, será una ambientación hecha por un tipo cuyos mayores referentes son Tékumel, Glorantha, Jorune y Shadow World. Por alguien que nunca ha comulgado con la escuela de Mundo de tinieblas o leyenda de los cinco anillos (ni sus clanes)
Daegon es un mundo que empezó siendo dirigido utilizando RuneQuest (es más, durante las primeras primeras partidas fue el mundo de ”Hijas de la noche"). No pretendo que sea fácil de resumir (nunca lo he conseguido) pero no por ello pretendo que sea inaccesible (para quienes estén dispuestos a leer)
Mi idea es que se puedan arbitrar partidas en él a diversas escalas y géneros (aunque siempre tengan un “algo” que sólo pueda darse en Daegon). Que haya diversidad y culturas que, por más “lejanas” o “de otra ambientación” que puedan llegar a parecer, aunque en pueda llegar a darse el caso de que se hagan “inverosímiles” para una ambientación “fantástica”, encajen en Daegon. Un mundo es un lugar muy grande, muy heterogéneo, un lugar, como puede nuestra propia tierra, donde siempre hay hueco para lo inesperado.
Mi intención es que, cuando alguien haya leído lo que pretendo escribir en estos años, no necesite nada más para arbitrar ahí infinitas campañas (por más que yo pueda escribir y ampliar a posteriori)

Un juego... no sé si “de los de antes”, o si puede llegar a tener un público en la actualidad (igual que no ha aparecido en los veintitrés años anteriores), pero que, no por ello, voy a dejar de buscarlo.

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.