Daegon, mes IX

Por Javier Albizu, 31 Octubre, 2016
Apurando, como de costumbre, llegamos a publicar.
Este ha sido un mes raro en cuanto a la escritura. Una vez terminada (o algo) la Enciclopedia del tiempo, opté por la rescritura de lo que vendría a ser la presentación de lo que va todo esto para, a continuación, pasar a resumir la situación actual del mundo. Y aquí es cuando empezaron los problemas.

La parte sobre Qué es Daegon fue moderadamente bien, o eso creí. Una vez subido a la web, y tras lanzarme con la siguiente tarea, comenzaron las dudas y problemas de tono.
Después de nueve meses escribiendo desde un punto de vista parcial e “interno” al propio mundo, y tratando de utilizar un lenguaje aséptico, cambiar el registro se me hizo extraño. No terminaba de convencerme la construcción de las frases y la voz que estaba asumiendo, así que las rescrituras, cambios de lugar de los párrafos, y la estructura general del documento cambiaba todo el rato.
Aparte de esto, me encontré con un problema adicional. Tenía que hacer referencia a información que voy a tratar cuando salte a las organizaciones y los países, algo que aún no tengo escrito. Al no tener estos textos, no saber aún qué enfoque les voy a dar ni qué información concreta voy a poner en ellos, tampoco sabía hasta dónde extenderme en los detalles del presente.
Así que, si no quiero ser redundante con lo que escribo en cada sección, con aquellas que guarden algún tipo de relación, debo escribirlas en orden para saber en qué punto dejo unas antes de ir a por las siguientes.

Así pues, tras unos cuantos días de revisión, ampliación y unas cuantas reorganizaciones de Daegon, en el presente, cambié de tercio y retomé la rescritura de las organizaciones. Al mismo tiempo, y para documentalista del proyecto, comencé a mover los archivos dentro del disco duro, renombrarlos para saber de qué versión se trataba cada uno de ellos, y borrar los que tenía duplicados por diversos directorios… borrando por el camino algún que otro documento que debía.
Esto no habría supuesto ningún problema de haber sucedido en casa, pero lo hice estando de vacaciones en un lugar en el que no tenía acceso a Internet ni a mi nube privada. Así pues, aquellos documentos que había borrado que habían sido rescritos fuera de casa se fueron a paseo.
Por fortuna, tras este pequeño susto, abrí el ordenador y logré recuperar los archivos eliminados. Al no haber escrito gran cosa en el disco durante aquellos días no perdí gran cosa pero, pese haber perdido sólo los archivos modificados durante esa semana, el susto me ha hecho replantearme alguna que otra cosa más. Cosas que han terminado divergiendo y yendo hacia otras cosas.

Por un lado he empezado a juguetear con Git y a plantearme la posibilidad de subir los textos también ahí, dando con ello la posibilidad de que cualquiera que le pueda apetecer aportar algo, corregir, o hacerse su obra derivada lo tenga disponible para bajárselo de golpe. El tema de la obra derivada me da un poco de miedo, porque soy algo maniático del control y me gustaría que la cosa no se desvirtuase, pero si crees en las licencias libres tienes que hacer algún que otro esfuerzo para fomentarlas.
No creo que nadie se apunte, pero ahí estará cuando haya investigado y cacharreado algo más.

Por otro lado estoy pensando en alguna que otra manera de tener accesible el histórico de la web, aunque también me queda alguna que otra vuelta por darle.

Por lo demás, cada día tengo más claro que en dos años, de seguir a este ritmo, no voy a terminar ni de globo con todo lo que quiero escribir.
En la parte de las organizaciones sigo con la (antigua) Orden (de los Cronistas de Baern), que ya ha duplicado su tamaño original. Si para hablar de una organización ya llevo diez páginas, me temo que cuando empiece con los países la cosa irá a más, así que sólo con eso me podría pegar más de tres años.
En fin, lo iré viendo según vaya llegando el momento, pero está claro que para finales de 2017 no voy a tener terminado el “Libro básico”, aunque sí que se debería tener el suficiente material como para empezar a jugar en alguna zona concreta del mundo.

Así pues, sólo hay una cosa que compartir de lo que he escrito este mes:

¿Qué es Daegon?

Esta no es la primera revisión, sino la segunda, ya que se me colaron un montón de cagadas en el texto que me apuntaron un par de amigos y que tuve que corregir.

Con tanto cambio de rumbo y los documentos con los que he seguido, el palabrómetro no es que se haya ampliado en exceso, pero algún personaje más sí que ha salido, y también algún que otro cargo dentro de las organizaciones, con lo que ha quedado tal que así:

Personajes: 435
Planetas: 12
Países: 136
Lugares : 343
Etnias: 40
Obras: 15
Panteones: 5
Organizaciones: 56
Título: 26
Conceptos: 7

A ver si termino con lo de los Cronistas pronto, publico otra de estas entrada en un par de semanas, y voy recuperando el tiempo perdido.

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