Tékumel I: Historia del juego

Por Javier Albizu, 24 Agosto, 2009
Tékumel es, desde que lo conozco, uno de mis juegos favoritos. Lo cual no deja de tener su coña ya que nunca lo he jugado o arbitrado (pero mi relación con él siempre ha sido muy especial) Tribulaciones de un clan tras la guerra

Podría decir que me “enamoré” de él cuando vi, a finales de los ochenta, por primera vez los anuncios que aparecían en la Dragón, pero mentiría. No negaré que me llamaron la atención, pero también eran un tanto cutres (sobretodo comparándolos con los del resto de materiales que se anunciaban) Y es que, creo yo que, ese ha sido uno de los principales problemas para que esta ambientación no haya terminado de calar entre el público: La falta de un grafismo llamémoslo “solvente”
No sería hasta bastantes años después que mi interés por ese mundo se despertaría realmente. Pero bueno (y liando las pocas un poco más) el origen de mi curiosidad por Tékumel no lo provocó el mismo mundo, sino otro mundo al que yo, equivocadamente, tomé por Tékumel.

Mi búsqueda de material sobre ésta ambientación comenzó después de una partida de Rolemaster ambientada en un mundo que, básicamente, era Tékumel aunque con alguna aportación personal de nuestro master.
La partida fue divertida, pero no llegamos a terminarla (es más, apenas avanzamos) pero había conceptos de lo más originales e interesantes. Uno de ellos, y el concepto que más despertó mi interés, fue alguien llamado “El Cronarca”. Por algo tan sencillo como una palabrita comencé a hacerme con material de Tékumel pero, por más material que comprase, no conseguía encontrar donde se mencionaba a aquel condenado tipo. Lo cierto es que aquello tampoco importaba demasiado, cada cosa que leía de aquel mundo hacía que me gustase más, pero era una espinita que siempre tenía clavada.
Varios años más tarde le pregunte a aquel master en que libro o edición salía mencionado aquel condenado tipo, sólo para descubrir que había sido una de las aportaciones que había hecho él para aquella ambientación (por la cual sólo puedo estarle agradecido)

De todas formas, si a día de hoy cualquiera quiere adentrarse en el mundo de Tékumel, la cosa esta un poco complicada. No por la falta de material, sino justamente por todo lo contrario. Hay material a expuertas, pero es un poco complicado el saber a donde pertenece cada cosa (que me lo digan a mi, que me costo dios y ayuda el saber donde encajaban los distintos materiales que iba comprando)
Por eso voy a dividir la entrada sobre Tékumel en dos partes. Esta primera (como reza el título) tratará sobre la historia del juego, las vueltas que ha dado, quienes lo han publicado y como. La segunda tratará sobre el trasfondo del mundo.

Comenzaremos por el principio, y no hay un principio anterior que el propio autor, el señor M.A.R Barker.

M.A.R (Muhammad Abd-al-Rahman) Barker nacería un 3 de noviembre de 1930 bajo el nombre de Philip Barker. Este cambio de nombre se produciría cuando, tras viajar a la india en el año cincuenta y uno, conoció y se convirtió al Islam por, cito textualmente, “razones puramente teológicas. Me pareció una religión más lógica”)

Según sus propias declaraciones, comenzaría a crear el mundo de Tékumel durante su infancia (entre las décadas de los años 30 y 40) después de leer libros como “Las mil y una noches”, diversas novelas de ciencia ficción, pulp, libros sobre egiptología, los mayas, historia antigua y medieval, etc (vamos, que ya desde jovencito tenía unos gustos literarios bastante orientados)
Más adelante compaginaría su dedicación a esta labor (la creación de Tékumel) con otras ocupaciones menores como, por ejemplo, trabajar como profesor de Urdu y de lingüística y estudios sobre el Sur de Asia en la universidad de Minesota. De esta ultima labor ya se encuentra retirado (vamos, que está jubilado) pero de lo realmente importante este hombre no se retira, ya que continua escribiendo material (sobre todo novelas) ambientadas en el mundo de Tékumel y arbitrando la partida semanal a su grupo de toda la vida.

El Imperio del Trono de Pétalos (nombre que recibió la primera edición del juego, y al que nos referiremos como EPT) fue publicado por primera vez en 1975 por Reglas para Estudios Tácticos (sí, “esa” editorial; TSR), poco después de la publicación de la primera edición del D&D.
En el prefacio de una de las reimpresiones de esta edición de Tékumel, Dave Arneson comenta que Barker fue la segunda persona a la que vendieron el reglamento del D&D.
Pese a que el núcleo básico del sistema de juego era muy similar, y siempre se ha dicho que EPT era la primera ambientación para este reglamento, se trataba de un juego independiente con reglas propias.
A la publicación del reglamento le seguiría, poco después, la creación por parte de Ral Partha de varios juegos de miniaturas de toda índole para la ambientación. Para aquel entonces el amigo Barker aun no había publicado sus reglamentos de combate de miniaturas, pero tampoco tardaría demasiado.
Tras unos pocos años TSR dejaría de publicar EPT, para centrarse en la producción de materiales cuyos derechos controlase en su totalidad (y, posiblemente, por las presiones de “ciertos grupos” a los que no les haría mucha gracia que sus niños jugasen en una ambientación donde los demonios y los sacrificios a deidades paganas eran algo común). Aunque para aquella época también publicaría algún juego más del señor Barker, como el War of Wizards, un reglamento de tablero que enfrentaría a dos jugadores, cada uno controlando un mago, que contaban con diversas fichas que representaban los conjuros, cada uno con puntuaciones y efectos diferenciados (de que me sonara a mí esto)

Unos años más tarde, ayudado por sus jugadores habituales, publicaría bajo el sello de The Imperium Publishing Company “The Book of Ebon Bindings”: Una “traducción” al ingles de uno de los textos arcanos más antiguos (y poderosos) existentes en Tékumel. En él, sin hacer mención alguna a reglas o características de criaturas o hechizos, se nos mostraban una serie de rituales místicos así como la descripción de varias criaturas, dioses y demonios de ese mundo.
También sacaría “Missum”: un reglamento para miniaturas y el primer libro de ejércitos para el mismo: “The Armies of Tékumel Volume 1: Tsolyánu”

Ese mismo año pero, en esta ocasión, bajo el sello de “Adventure Games” publicaría las dos partes de “The Tsolyani Language”, un diccionario Inglés/Tsolyani-Tsolyani/Inglés que incluía una guía de frases comunes y notas gramaticales (e incluía una cinta con una guía de pronunciación) que tendría una segunda edición en el ochenta y uno. También reimprimiría el libro de ejércitos de Tsolyánu, aprovechando la ocasión para sacar un segundo volumen con los ejércitos de Yán Kór y sus aliados.
También publicaría en el ochenta y uno “Deeds of the Ever-Glorious: Histories of the Tsolyani Legions” un resumen de las historias de las gloriosas legiones de Tsolyani. En ella se relataban tanto las tácticas militares, como la historia de diversos personajes relevantes y “Northwest Frontier Map Set” un juego de seis mapas hexagonados que, pese a estar orientados sobretodo para jugar con miniaturas, resulta también muy útil para conocer las distancias exactas que separaban las ciudades que se mostraban en ellos.

En 1983, Gamescience reimprimió el EPT original, y publicó el primero de los (en un principio planeados) tres volúmenes de “Swords and Glory”
Este primer volumen sería la guía de Tékumel. Una descripción completa del mundo, sin mención alguna a reglamentos o similares (sí seños, como debe ser)
El volumen II fue la guía del jugador dando la creación de personajes, reglas de combate y magia (reglas completamente nuevas, mas una hoja de personaje de 8 paginas).
El volumen III iba a ser la guía del master, pero (no es broma) el Huracán Hugo se llevo, tanto el material manuscrito como las copias que tenían en el almacén del volumen II, a darse un baño al golfo. Esto finalizó la excursión de Gamescience en el mundo de Tékumel. Era el ochenta y tres y las cosas se hacían de una manera un tanto más “manual” que ahora.
Pese a no llegar a terminarse la edición, el “núcleo duro” de jugadores afirma que esta edición es que la posee un reglamento que “simula” con mayor fidelidad lo que significa “vivir” en Tékumel.

Al mismo tiempo, pero bajo un sello distinto (The Tékumel Journal) publicaría tres volúmenes más de sus libros de ejércitos en esta ocasión los de Mu’ugalavya, Salarvyá y Livyánu y Tsoléi, así como una guía para pintar las figuras.

Un años después, y (como no) bajo otro nuevo nombre; Tékumel Games, publicaría tres aventuras: “Qadardalikoi” (no, no me he equivocado al escribirlo), “The Tomb Complex of Nereshanbo” y “A Jakállan Intrigue”, a los que seguiría un nuevo reglamento de figuras (aunque esta vez para magos): “The Art of Tactical Sorcery”, reimprimiría los mapas de la frontera del noroeste, publicaría un índice para el primer tomo de Swords & Glory (que falta le hacía) para terminar con una frikada como es una lamina en color con la “reproducción” de la carta de declaración de guerra del imperio de Tsolyánu al de Yán Kór (por supuesto, en perfectísimo Tsolyani)

Y como nuestro chico es una mente inquieta, en el ochenta y cuatro y ochenta y cinco DAW Books publicaría dos novelas ambientadas en Tékumel: “Man of gold” y “Flamesong”. Portada de la novela Flamesong
En el ochenta y siete, Different Worlds, editorial que publicaba una revista de rol del mismo nombre, publicaría sendas reimpresiones tanto de EPT (aunque en lugar de en caja, como un único libreto) como los dos volúmenes de Swords and Glory.
Unos años después (en el noventa y uno) y junto con la editorial TOME (Theatre of the Mind Enterprises) más conocidos por sus juegos de tablero, reimprimirían The Book of Ebon Bindings.

Habría que esperar un añito más, para que TOME, esta vez en solitario, sacase una nueva edición (con nuevo sistema de juego incluido) de Tékumel. Esta nueva encarnación se publicaría bajo el nombre genérico de “Aventuras en Tékumel” que estaba compuesto en un principio por un libreto del mismo nombre (que contenía la generación de personajes) y una serie de tres módulos introductorios en solitario, durante las cuales el personaje comienza siendo un niño, y según va creciendo va conociendo como es el mundo en el que vive
Adventures on Tékumel, Part Two / Volume 1: Coming of Age in Tékumel.
Adventures on Tékumel, Part Two / Volume 2: Beyond the Borders of Tsolyanu.
Adventures on Tékumel, Part Two / Volume 3: Beneath the Lands of Tsolyanu.
A estos libretos les seguiría dos años después una caja llamada “Gardásiyal: Deeds of Glory” con el nuevo reglamento, un poco más de trasfondo y los mapas, a la que más tarde se le uniría el bestiario de Tékumel.
Por primera vez desde el setenta y cinco Tékumel volvía a disponer de un material oficial y “canónico” con todo lo necesario para poder jugar, impreso y a disposición de las tiendas, ya que salvo estos libros, todo el material anterior se encontraba fuera de impresión.

Unos años después (y ya con el establecimiento de Internet) la saga tendría un nuevo capitulo, pero en esta ocasión de forma “virtual” con la publicación en la red de diversos netbooks que se ponían a disposición de la gente, bajo licencia shareware, vía FTP (que ya no existe, lástima). Tras bajar el material, el lector podía decidir si quería pagar el registro del shareware (vamos, lo que ahora se conoce como donationware) De esta manera recuperaría los diccionarios de Tsolyani, las historias de la legión y material nuevo como la historia: “The Ever Glorious Empire: Engsvan hla Ganga”, uno de los grandes imperios de la antigüedad de Tékumel. En la actualidad ese material se puede adquirir en DriveThruRPG.com previo pago de unos pocos euros.

A principios del nuevo milenio, una pequeña editorial llamada Zottola Publishing sacaría tres nuevas novelas ambientadas en nuestro querido mundo (y escritas ya sabéis por quien): “The prince of skulls”, “Lords of Tsamara” y “A death of Kings” junto a una edición en dos tomos de “Mitlanyál” el tratado teológico de Tékumel.
También planeaban reimprimir las dos primeras novelas y el Book of Ebon Bindings, pero en su página siguen apareciendo como “Próximamente, a lo largo del dos mil cinco” así que no se yo que me da, que van a terminar por no sacarlos.

Después de esto, habría que esperar hasta el dos mil dos para tener esperanzas de una nueva edición de Tékumel (por una nueva editorial, en este caso los canadienses Guardians of Order) De nuevo tendríamos un nuevo sistema (que manía) en este caso propiedad de la compañía, como era el Tri-Stat.
Ese año, estos buenos señores anunciaron la futura publicación de la cuarta encarnación de Tékumel (en este caso llamado Tékumel: Empire of the Petal Throne) publicando en su página para descargar la copia de playtesting. También se podía encontrar en Amazon la oferta de pre-pedido del futuro libro (así que pinchamos en la casillita y comenzamos a esperar)
Tres años más tarde, y cuando ya me había olvidado del asunto, me llegaron a casa dos cosas: Un paquete de Amazon, que no recordaba haber pedido, y un alegrón al ver lo que contenía en su interior.
Pero los chicos de Guardians of order no sobrevivieron a la maldición de Tekumel, y un años más tarde se fueron al garete sin haber sacado mas material para el juego (y eso que en aquel momento estaban publicando juegos ambientados en licencias bastante populares)

A día de hoy se puede encontrar gran parte del material gracias a Carl Brodt que en su tienda online; Tita House of Games esta haciendo un trabajo increíble.
Tampoco os olvidéis de visitar la página de Tékumel, donde podéis leer mucho del trasfondo del mundo. No deja de ser curioso que esta página tenga un diseño gráfico mucho más atractivo que cualquiera de las ediciones que ha tenido este mundo en papel.

Y… creo que esto es todo. Bueno, me dejo un par de cosas:
Un señor llamado Zane H. Healy (junto a nuestro amigo Muhammad) creó un juego llamado Mackevuk (ambientado ya sabéis donde) lo que pasa es que sólo está para mac. Lo podéis encontrar aquí

Algo después sacaría un generador de personajes con el sistema de TOME (Gardásiyal) también para mac, pero este parece que ha desaparecido en las brumas binarias.

Ahora sí. Para la próxima entrada, un ladrillazo aún mayor con una traducción-resumen de la historia de Tékumel.

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Que cacao! A mí me gustaría leer algo, pero sigo sin saber por donde empezar. Y encima tendré que hacerlo por PDF...

Javier Albizu

Hace 14 años 6 meses

Yo los tengo todos en papel, asi que dentro de nada podras echarles un ojo :)

Ge (no verificado)

Hace 14 años 7 meses

Me encantan estos alardes de conocimiento sobre juegos añejos. ¡Más!

Javier Albizu

Hace 14 años 7 meses

Gracias :)
Y, por supesto, habra mas.

Carlos de la Cruz

Hace 2 años 9 meses

Mi relación con Tékumel es curiosa, porque oí hablar por primera vez del mundo de juego cuando encontré en internet, aproximadamente en el 96, una adaptación de la magia del mundo de juego para RuneQuest, creada por Sandy Petersen (autor de la Llamada de Cthulhu), que era un gran fan de la ambientación. No es que fuera suficiente para aprender mucho sobre el mundo, pero sí para picar mi curiosidad, porque los viejos runequesters de aquellos tiempos parecían tenerlo en alta estima.

Muchos, muchos años después (en el 2011), por fin pude aprender sobre Tékumel leyendo precisamente el libro que has mencionado de Guardians of the Order. Me gustó mucho la ambientación e incluso el sistema.

Y justo al año siguiente... se murió M.A.R. Barker (en el 2012). Dejé una reseña en la Frikoteca, tanto del juego como del autor. Dejo aquí el enlace: http://frikoteca.blogspot.com/2012/03/mar-barker-y-tekumel.html

Luego iré leyendo el resto de entradas sobre Tékumel. Por el momento solo diré que para mí Barker fue realmente un tipo que se entregó a su mundo de juego durante toda la vida y que lo hizo increíblemente profundo y real. Un héroe de nuestra afición :D.

Por cierto, creí leer en algún sitio que la primera vendida de D&D terminó en manos de Greg Stafford. Tendría que encontrar la referencia, pero me parecería bastante chulo que la primera la tuviera Stafford, la segunda Barker y así hasta formar un grupo de superhéroes del rol, cada uno con una copia primigenia del juego primigenio :D

Tanto Barker como Stafford, como Crsoby (Hârn) son personas con las que me siento muy identificado. Una identificación que no debe tanto a que me gusten las ambientaciones que han creado (que también) como a entender la relación que mantuvieron con sus creaciones.

Por la misma, soy capaz de "perdonarles" ciertos elementos con los que quizás no llegue a conectar. Esto también me lleva a leer con otro punto de vista sus obras de ficción, ya que reconozco en ellos muchas cosas que trato de evitar cuando escribo (mientras que, a buen seguro, otro montón de "tics" propios se me escaparán)

He de reconocer que las dos novelas de Barker que leí el año pasado (Lords of Tsamra y Prince of Skulls) se me hicieron algo durillas. A su vez, también es cierto que, de las dos que leí seguidas, la segunda se me hizo más amena. No sé hasta qué punto esto fue así porque lo realmente lo fuese, o porque tras leer la primera yo había vuelto a conectar con Tékumel.
Recuerdo que cuando leí Flamesong el siglo pasado no se me atragantó tanto, pero entonces estaba muy a tope con la lectura de la ambientación, así que esto podría validar mi teoría.

Conozco la publicación que has compartido. Tanto es así que hay un par de comentarios míos :)
En uno de esos comentarios aparecía un enlace a esta misma entrada, así que estamos creando un bucle de enlace / comentario :)

La anécdota de Stafford la conozco. Si no recuerdo mal, aparecía en el primer volumen de Designers and Dragons.

Jajajaja, tienes toda la razón, estás en los comentarios de esa entrada :D. Bueno, no pasa nada, estos bucles son interesantes ;).

Pues sí, lo de Stafford creo que lo leí en Designers & Dragons y, ahora que lo comentas, creo de hecho que está en el prólogo de la segunda edición del libro, ¿podría ser?

Acabo de echarle un ojo y, si bien el prólogo es de Stafford, no veo ahí la anécdota.

Tengo el vago recuerdo de que existía alguna relación entre algunos de los creadores de los primeros juegos. Algo del estilo que el primer comprador del D&D original, o uno de los jugadores iniciales de Blackmoor, luego había creado otro juego (no recuerdo si fue el propio Barker o algún otro), así que igual estoy mezclando cosas.