Macroverso XXI

Por Javier Albizu, 22 Septiembre, 2010
Día: Del fin del mundo.
Hora: La de la siesta.
Lugar: Mundo “real”

- Vale, nos vas a ayudar... – Javi miró su muñeca para ver la hora. La aparición de Deux Ex había sido muy dramática pero, cuando se trataba de él, había aprendido a mantener un tono escéptico ante lo que pudiera decirle – ¿Y cuanto vas a tardar en desaparecer otra vez? – No tenía reloj, pero aquello era más un acto simbólico que otra cosa.
- Dame un voto de confianza. Mis idas y venidas tampoco son cosa mía.
- Pues vaya Deux Ex de los cojones.
- Sí, sí. Ja, ja. Yo también te quiero.
- Venga, empieza a largar, que seguro que estás desperdiciando un tiempo precioso con estas tonterías.
- Se donde está Ella.
- Que sí, que sí, que eso ya lo esperábamos. Al grano.
- Está cerca de “El autor”
-
- ¿Ningún comentario gracioso? Vaya, parece que he conseguido dejar sin palabras al gran bocazas.
- No me jodas.
- No tendría tan mal gusto.
- Entonces, con lo que nos ha costado llegar hasta este puñetero lugar ¿No está aquí? – iracundo, se giró hacia Tipo Listo – ¿Y como es que no sabías tú esto? Pringao, que eres un pringao.
- ¿Quieres dejarle continuar?
- Gracias. No tenéis que iros a ningún otro lado.
- Menos mal. Pero bueno, este sigue siendo un pringao.
- ¿No eras tú el que decía que me diera prisa?
- Vale, sí. Continúa.
- Perdona – esta vez era Tipo Listo el interumpidor - ¿Podrías soltar a Tipo Duro? No veo a través de las vendas, pero yo diría que ya estará empezando a ponerse azul.
- Cierto, cierto. Con la verborrea del cansino este lo había olvidado – Tipo Duro había permanecido inmóvil e impasible durante todo ese tiempo. Para ser alguien que estaba sujeto por el cuello y suspendido a un palmo del suelo, la verdad es que lo estaba llevando bastante bien.
Tras tocar de nuevo el suelo su posición no cambió ni un ápice.
- Bueno, esto ya está durando mucho para lo que suele ser normal en mi, así que mejor si voy yendo al grano. Ella está aquí.
- Que sí, que ya lo has dicho. Menos mal que ibas a dejar de irte por las ramas.
- A callar. Ella está aquí, igual que “El autor”
- Y dale.
- “El Autor” ese tipo cuya mayor diversión en la vida ha sido dedicarse a putears. Que os ha matado una y otra vez. Que ha matado a vuestras novias, a vuestras mujeres, a vuestro perro y vuestros pececitos de colores.
¿Y sabéis quien se ha encargado de todas esas jodiendas?
Yo.
Una y otra vez. Porque sin mi ese capullo no es nada. Sin mis sus historias no avanzan. Sus personajes no tienen razones para actuar y sus tramas serían una puñetera mierda.
¿Y sabéis lo que me da a cambio a mi?
Nada.
Me odia. Siempre trata de mantenerme oculto, que no se note que estoy ahí. Soy el jodido ninja de las sub-tramas. El puto hombre invisible de los argumentos. El maldito maestro de marionetas de los secundarios.
- Y bastante malhablado, todo sea dicho.
- ¡Que cierres la boca! Estoy hasta el gorro de esto, y esta es mi ocasión de desquitarme, y estoy seguro de que vosotros también. Es hora de clamar venganza y cargarnos a ese desgraciado. Vamos a acabar con el malo de una vez por todas. Ya nos ocuparemos luego de conseguir a la chica.

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.