Biografía fabuladora I: Pre-Historia

Por Javier Albizu, 21 Noviembre, 2021
¿Quiénes somos?
¿De dónde venimos?

O lo que es lo mismo ¿Por dónde empezar?
Empezaremos por… antes del principio. Por el tiempo antes del tiempo. Al menos antes de “mí” tiempo. Porque no todas las historias que nos impactan son propias, contemporáneas a nuestras existencias. No todas son “reales” ni todas ellas son “ficticias”. No todos los autores sobre cuyo legado construimos el nuestro han vivido lo mismo que nosotros.

Empiezo divagando. Vaya novedad.
Pero, bueno, antes de continuar (empezar), vayamos con una pregunta retórica sin demasiada relación aparente:
¿Puede uno tener recuerdos de tiempos que no vivió?

La respuesta, por supuesto, es “sí”.
Bueno. Depende.
Depende… de ti (y de las historias… y de lo que se considere un recuerdo).

Empezamos bien.

¿Y a cuento (guiño, guiño) de qué viene todo esto?
¿Qué tiene que ver con “el tema” de la historia y la pre-historia?
Dame un segundo. A ver si soy capaz de llegar hasta él.

Todos poseemos “recuerdos heredados” de una u otra manera. Hechos transformados en historias. Ecos de las vivencias de otros. Imágenes y experiencias reflejadas. Eventos procesados por nuestra percepción del mundo. Interpretaciones propias de las vivencias ajenas. Aproximaciones personales hacia universos que nacieron en las mentes de otros, pero que no podemos evitar el hacer nuestros.

Con todo esto supongo que quiero decir…

¿Quién soy?
¿De dónde vengo?

Si alguien insertase una sonda entre las memorias de mis primeros años mientras me pregunta acerca de los recuerdos más viejos que conservo, cuando se adentrase en los territorios del ocio y la ficción no encontraría imágenes en movimiento. No encontraría entre ellas deportes, cine o televisión. A buen seguro, lo primero con lo que se encontraría sería con un gran número de figuras estáticas acompañadas por globos rellenos de texto. Portadas y viñetas pertenecientes a obras creadas antes de mi nacimiento. Tebeos cuya publicación dentro de nuestro territorio precede a mi llegada hasta él1.

Por otro lado, acceder hasta las memorias de nuestros primeros años no deja de ser un ejercicio fútil. En mi caso, y por más que trato de hacer memoria, la mayoría de los recuerdos asociados con estas “historias heredas de los primeros días” son ciertamente vagos. Aquellos que han logrado sobrevivir hasta la persona en la que me he convertido me resultan muy difíciles de ubicar cronológicamente. No se trata únicamente de que no sepa a qué edad aprendí a leer o a la “edad” de las propias obras, si no a que no encuentro nada a lo que anclarlos. La gran mayoría de estos “magdalenazos primigenios” pertenecen a la casa de mis abuelos paternos. A veranos que se mezclan.

Así pues:

¿Cuándo vi por primer vez aquellas imágenes?
¿Cuándo fui capaz de leerlas?
¿Cuántas veces leí cada una de aquellas historias?

A su vez, cuando me da por pensar en ciertos aspectos relacionados con estas obras me surgen toda una nueva serie de dudas. Cuestiones que no se relacionan únicamente con el tema cronológico (que también) y nostálgico, si no que se extienden hasta el logístico e industrial. Hasta temáticas que se intersectan y adquieren sus sus propias historias. Hasta los intereses de mi yo de hoy.

Porque, veamos. Ante la enorme cantidad de editoriales2 que sacaban material, ante todas las reediciones que han existido de algunas de ellas, ante todo lo que he leído e investigado con posterioridad, no sé hasta qué punto me puedo fiar del recuerdo del dibujo de una portada o una rotulación en concreto.

¿Cómo puedo saber en qué momento llegaron aquellas cosas hasta mis manos?
¿Cómo puedo saber si realmente fueron “heredadas”?
¿En qué momento fueron compradas?

Es más (y regresando a mis intereses presentes):

¿Cuántas distribuidoras había?
¿Cómo funcionaba la distribución durante aquellos días?
¿Era posible encontrarse en un kiosko cualquiera (o en una librería, o en un estanco) un tebeo publicado diez años atrás?
¿Qué tirada se hacía de cada ejemplar?
¿Existía algún tipo de política de devolución?

Lo único que puedo hacer es suponer. Asumir que, dentro de margen razonable, existe la posibilidad de que fuesen heredadas de padres, tíos y, viendo algunas fechas de publicación, es probable que incluso abuelos.

Porque, admitámoslo, nuestros padres y abuelos también fueron jóvenes y, oh sorpresa, también tuvieron sus propias aficiones. También necesitaban de pequeñas distracciones que les proporcionasen momentos de levedad en tiempos muy diferentes a los que nos ha tocado vivir. Quizás aquellas vivencias tuviesen lugar en “otro mundo” que nos resulta desconocido, pero eso no les convierte en seres tan diferentes de nosotros. Quizás viviesen dentro de un contexto en el que se carecía del acceso a recursos y privilegios que hoy consideramos básicos y damos por sentados pero, los más afortunados, también tenían a su disposición pequeñas píldoras de escapismo. Portales mágicos hacia otros lugares que terminarían en nuestras manos. En nuestras memorias.

Llevo mucho tiempo pensando en cómo afrontar la narración de esas historias, y he tenido alguna que otra conversación con ellos a este respecto… pero finalmente he optado por no hacerlo.

Por un lado, este no es el lugar más adecuado para ello. Por otro, no tendría que ser yo quien las cuente. No tendría que ser yo quien elija las palabras. No tendría que ser yo el filtro a través del que lleguen hasta otros. Si algún día doy con la tecla adecuada, haré que sean ellos mismos quienes las cuenten.

En fin.
Hasta que llegue (si es que llega alguna vez) ese momento… supongo que seguiremos con lo que sea en lo que termine convirtiéndose esto.

Enlaces:

1. Memorias de otros tiempos
- El hombre enmascarado (1944)
- Hazañas bélicas (1949)
- Capitán Trueno (1956)
- Tintin - Editorial Juventud (1958)
- El Aguilucho (1959)
- Pumby - Editorial Valenciana (1959)
- Películas Disney (1964)
- Steve Pops, Operación Relámpago - Editorial Oikos-tau (1967)
- Daredevil / Dan Defensor - Editorial Vértice (1969)
- Mortadelo y Filemón - Editorial Bruguera (1971)
- Tex – Buru Lan Editores (1971)
-
Conan - Editorial Vértice (1972)
- Jinete Fantasma - Editorial Vértice (1972)
- Lucky Luke - Editorial Bruguera (1972)
- Sir Tim O`Theo (1973)
- Tumbita (1973)

2. Editoriales
- Ediciones Vértice en Wikipedia
- Ediciones Vértice en Tebeosfera
- Vértice, la editorial que popularizó los cómics de Marvel en España
- Editorial Bruguera en Wikipedia
- Editorial Bruguera en Tebeosfera
- Editorial Valenciana en Wikipedia
- Editorial Valenciana en Tebeosfera
- Ediciones Manhattan en Tebeosfera
- Editorial Ferma en Wikipedia
- Editorial Ferma en Tebeosfera
- Producciones Editoriales en Wikipedia
- Producciones Editoriales en Tebeosfera
- Editorial Novaro en Wikipedia
- Editorial Novaro en Tebeosfera
- Ediciones Recreativas en Tebeosfera
- Hispano Americana de Ediciones en Wikipedia
- Hispano Americana de Ediciones en Tebeosfera
- Editorial Maga en Wikipedia
- Editorial Maga en Tebeosfera
- Ediciones Toray en Wikipedia
- Ediciones Toray en Tebeosfera
- Editorial Juventud en Wikipedia
- Editorial Juventud en Tebeosfera
- Oikos-Tau Ediciones en Tebeosfera
- Buru Lan Ediciones en Wikipedia
- Buru Lan Ediciones en Tebeosfera

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