Palabras desde otro mundo

Logo de la RetroEuskalDe retro a retro y tiro porque me toca.
No es que mi vida se reduzca a reuniones de amigos (íntimos) de la electrónica lúdico-clásica (pero parece ser que sólo me animo a superar mi vagancia y escribir por aquí cuando me paso por alguna de ellas)
Recientemente, en el Domo Arcaico del Retrotemplo, tuvo lugar el primero de los signos que anuncia en advenimiento del nuevo orden cosmogónico que pronto será conocido como RETROVERSO.
Los astros no estaban alineados… pero casi.
Pese a que otros eventos ajenos a esta celebración tuvieron la osadía de tratar de mermar su gloriosa magnificencia, no lograron sabotear por completo la enaltecedora experiencia de tan magno acontecimiento.
Ya que estamos de “sagas interrumptus”, pues nada interrumpimos una más para retomar otra de las viejas (¿Qué es la vida sin cientos de cabos sueltos por ahí?) Así que, de inciso a inciso, pequeña pausa para la publicidad y aprovechamos para retomar en tema que teníamos comenzado de antemano. A ver que tal llevamos la alternancia (y si no empiezo más de estas)
Comienza el Macguffin (Macguffin: Dícese del elemento o excusa argumental desencadenante de la acción o la trama, cuyo descubrimiento, resolución o relevancia intrínseca, son irrelevantes para la historia en sí que se pretende contar)

- PontEnMiLugar
- Que no.
- ¿Por qué?
- Porque no soy tú.
- Intentaló.

Logo RetroMadrid 2008

Por poco que hayáis leído por aquí (más que nada porque no me prodigo demasiado por estos lares) sabréis que, a parte de friki, soy un nostálgico en todas y cada una de las facetas de mi frikez (y, por momentos, un tanto vago. Para que nos vamos a engañar)
Así que, ejercitando ambas (friki y nostálgico) facetas (y tratando de evitar el hacer uso de la tercera) el fin de semana pasado me di un garbeo por Madrid para ver maquinas viejas.

…vuelvo al fin a casa con muchísima ilusión.

Sí, (otra vez) estoy muy vago y sí, estoy citando a Siniestro total. Una vez aclarado esto, vamos al tajo.

Este viernes me di un voltio por Madrid.
¿La excusa? Pues mas bien tres.
Primera: Pasar por el Retro Madrid (¿Qué tenías que hacer tan importante como para no pasarte por allí?)
Segunda: Visitar a los invasores norteños que conforman la avanzadilla en la capital.
Tercera: Tratar de conocer a alguno de los individuos a los que leo normalmente.

Pues sí, hay veces que mis neuronas van por libre, incluso las unas de las otras.
La cosa es que, hace algo más de un mes, en el blog de Manu salió un concurso muy apetecible para aquellos que gustan de ladear electrónicamente (más concretamente aquí)
Cuando comienzo a escribir un relato hay una serie de requisitos que trato de cumplir siempre.
Primero, la historia tiene que estar perfectamente definida. No en el sentido de principio nudo y desenlace, sino en el por qué suceden las cosas y que es lo que mueve a los personajes a hacer lo que hacen.
Los personajes son siempre el motor de mis historias. Esto no significa que el mundo gire alrededor de sus acciones, sino que lo que les pasa a ellos, cómo les afecta y cómo se enfrentan a ello es lo que realmente quiero contar.
Poseso.

Primero se lo lo vi al Multimaniaco y hoy se lo he visto a Manu. Y mira tú que por lo general estas cosas como que me suelen resbalar bastante. Pero la cosa es que esta en concreto me ha hecho gracia, y terminado por hacerlo, con los siguientes resultados:

Hace unas semanas, el muy magnificente Fray César (Mallorquí) en su (también) muy magnificente Fraternidad (de Babel. Ahí a la derecha tenéis el enlace para ir a visitarla, ya estáis tardando) comenzó una serie de columnas en las que se dedicaba a hablar de la manera en la que concebía y acometía él la escritura de sus novelas (Sí, es envida lo que detectáis en mis palabras)