Daegon, mes IV

Por Javier Albizu, 20 Mayo, 2016
Cuatro meses (y pico) desde que empezamos. Cincuenta y siete páginas ya y seguimos manteniendo el ritmo. Si la progresión se mantiene, aún me quedarían otro mes largo para terminar con la cronología.
Ya he llegado al año cero.
Los cerca de mil doscientos años que transcurren desde el final del imperio menetiano hasta este año cero, en la primera versión del documento ocupaba cuatro páginas. Cuatro páginas que ahora ha ocupado veintisiete.
El resto de esta edad moderna que me queda por reescribir, los eventos sucedidos entre el año cero y el setecientos cincuenta y siete, la fecha en la situé mis primeras partidas, el este documento primigenio ocupaba otras cuatro páginas. Si el ratio página nueva / página vieja se mantiene, esto serían otras veintisiete páginas.
De seguir así, esto implicaría otros dos meses, así que nos iríamos casi hasta julio.
Por supuesto, todo esto depende de lo mal que lo vea todo (siempre fatal), que no eche de nuevo la vista atrás para re-re-recorregir y de cuánto contexto tenga que añadir para que lo ya escrito tenga un mínimo sentido..
Me gustaría terminar antes, pero en este deseo prima más lo duros que se me han hecho estos últimos meses que el propio interés por pasar a otra cosa. Cuando más he ido avanzado más cuesta arriba se me ha ido haciendo.
Este endurecimiento de la tarea no viene tan dado por el hecho de escribir a diario, como por aquello a lo que aspiro a tener una vez que haya terminado.

Porque el objetivo no es sencillo. Con estos textos estoy tratando de hacer un montón de cosas al mismo tiempo. Cosas que no sé si son compatibles entre sí, o si seré capaz de lograr:

1.- Parte del objetivo de todo esto es el de dar la foto completa de las relaciones entre las distintas naciones. Cómo han ido evolucionando y las decisiones que han llevado al mundo hasta la situación geopolítica en la que se encuentre en el “presente”.

2.- Al mismo tiempo, trato de dar un tono muy concreto a la que escribo. Esta no deja de sr una visión parcial del mundo. Pese a su pretendido enfoque objetivo, la intención es que no por ello pierda el misterio y sentido de la maravilla (aunque la narración se realice de una manera marcadamente aséptica).

3.- Una de mis mayores preocupaciones siempre es la de tratar el texto, es que este sea entretenido de leer. Un deseo que no sé si voy a ser capaz de lograr.

4.- También pretendo que quien lo lea se haga preguntas. Despertar la curiosidad por rellenar los huecos que dejo intencionadamente.
Esta cronología es el libro del jugador. Lo que “sabe” la gente que vive en ese mundo. Hay cosas que la gran mayoría no sabe, por lo que se explicarán en otros textos. Aún así, me gustaría despertar en el lector el deseo por llegar a saberlo.

5.- Al mismo tiempo, entre estos huecos, hay historias para aventuras que escribiré más adelante y el deseo de que el lector (ya sea jugador o director de juego) los rellene con las suyas propias.

Las primeras partes de la cronología fueron más sencillas de reescribir. Al estas situadas en épocas tan lejanas temporalmente no era necesario poner tantos eventos. Asimismo, el hecho de que gran parte de los personajes fuesen tan longevos, me permitía desarrollar líneas argumentales que se prolongaban durante mucho más tiempo.

Por el contrario, mi pequeño micro reto para esta edad es la de poner un mínimo de cinco eventos / fechas relevantes / interesantes, cada siglo. Intento no repetirme demasiado pero estoy convencido de que en más de una ocasión, ya sea por lo que cuento o por mis tics a la hora de contarlo, la sensación final será de “esto me lo acabas de contar hace un par de páginas”.

Aparte de todo esto, sigo pegándome con mi yo de hace veinticinco años, mi yo de hace dos meses y mi yo de ayer. El deseo de darme de collejas retroactivametne jamás desaparece.

De algo que me he dado cuenta recientemente es de que me viene bien el ponerme limitaciones. Lo que escribí cuando empezaba, por más que me pueda parecer horrendo, me ayuda a acotar según que cosas. En muchas ocasiones, el ponerme unos límites me permite poner un foco sobre algo. Centrar la atención y no dispersarme demasiado.

De todas formas, por más que, en ocasiones, le agradezca tener una base sobre la que trabajar, el resto del tiempo me inunda el deseo de golpearle con el teclado en la cabeza a mi yo que escribió el documento original.
Durante la primera escritura de la cronología, creo que no le dedicase más de una semana. No tenía filtro, lo que se me ocurría iba al teclado y hay cosas con las que me es muy difícil saber en qué narices estaba pensando en aquel momento. Eventos expuestos porque sí, sin explicar qué relevancia real tenían o de dónde venían.
Cuando llego a cosas por el estilo, muchas veces tengo que volver a atrás o planificar algo para más adelante. Necesito crear otro evento que sugiera o pueda dar algún indicio a por qué lo que estoy poniendo fue o será importante.

Por más que retoque lo que escribí, no quiero quitar nada. Por más dolor de cabeza o frustrante que pueda ser, de alguna manera, aunque sea sólo de una manera muy sutil, todo lo que estaba va a quedarse ahí.
Es más, en más de una ocasión estas limitaciones autoimpuestas han dado como resultado cosas con las que he quedado bastante contento. Quizás, al releerlo unos días después, no siga tan contento con esa parte, pero no es tanto por la idea como por la manera en la que la he plasmado.
Yo lo he dicho antes, pero lo reitero: Imponerte limitaciones creo que eso es una gran ayuda a la hora de centrarte en algo concreto.

En otro orden de cosas, el palabrometro sigue creciendo y va tal que así:

Personajes: 303
Planetas : 10
Continentes: 11
Países: 123
Lugares : 180
Edades: 6
Etnias: 35
Obras: 11
Panteones: 5
Organizaciones: 34
Título: 13
Conceptos: 6

y el resultado de estos dos meses ha sido esto:

La edad moderna I
La edad moderna II

Seguimos informando en unas cuantas semanas.

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.