Nunca a la última 001

Nunca he entendido las redes sociales como una herramienta o un medio de promoción. Soy conscientes de que para mucha gente este es es el único, o uno de los atractivos más importantes, pero este nunca ha sido mi caso.

Para mi siempre han sido una herramienta para estar en contacto con la gente que me importa. Para saber más de ellos y que ellos sepan más de mi. De las personas a las que sigo hay muy pocos a los que no conozco en persona. Gente a la que he llegado a través de amigos o conocidos comunes y con la que me parecía tener cosas en común.
De cuando en cuando hacía criba dentro de mi perfil. Eliminaba de mis perfiles a aquella gente que sabía a ciencia cierta que ya no usaba esa red, que veía que no publicaba cosas y que tampoco interactuaba conmigo en mucho tiempo.
Quería saber con quién estaba “hablando”. Hasta quién podían llegar mis palabras virtuales. Casi todas mis publicaciones dentro de estos portales han sido hechas teniendo en mente a alguna persona de mis perfiles.

Así pues, a día de hoy quedan muy pocos de estos en mis perfiles. A la gran mayoría de ellos los considero a día de hoy amigos, y muchos de ellos han llegado a ser personas muy importantes en mi vida, y es algo por lo que siempre estaré agradecido a las redes sociales.

Pero las cosas cambian. Lo que comenzó siendo un diálogo e intercambios de opiniones frecuentes han pasado a ser reacciones genéricas cada vez más esporádicas e impersonales. Una práctica de las que he de reconocer que también he sido partícipe durante las últimas épocas.

Mi periplo por algunas redes, como puedan ser Google + o Twitter fue relativamente breve. Lo escaso de las interacciones me hizo desistir de publicar en esos foros, aunque aún permanezco en ellas para saber de los amigos que las usan.
Por otro lado, pese a publicar casi a diario en ella durante los últimos nueve años, mi percepción de Facebook ha sufrido altibajos a lo largo del tiempo. He estado tentado de abandonarla en más de una ocasión pero no lo he hecho por la misma razón que me mantiene consultando las otras dos. No tanto por las cada vez más escasas interacciones como por saber de quienes escriben ahí. Y esto ha sido así hasta que ya apenas me sirve para eso.
Publicar nada ahí me generaba la sensación de esta hablando solo. Algo para lo que… ya tengo esta web.

Así pues, y acorde a mi naturaleza drástica, tocaba tomar una serie de decisiones.

Por un lado, hace cosa de un mes comencé a realizar una purga de las páginas que más aparecen en mi muro. Perfiles de grupos, películas, autores o programas etc van a desaparecer (aunque la cosa va a llevar tiempo, ya he eliminado más de doscientas y otras ochocientas aún está a un golpe de ratón de desaparecer).
Así pues, espero que en mi muro sólo aparezca lo que realmente importa.
Por otro lado, decidí dejar de publicar cosas ahí. Esto incluye las cosas que escribo aquí y los enlaces que puedo encontrar interesantes, y conlleva un problema implícito.

Si no comparto nada ahí imposibilito el generar conversaciones alrededor de muchos temas que considero interesantes. Algunos de ellos puedo trasladarlos al mundo real, pero una parte muy importante se queda perdida entre el momento en el que leo sobre ellos y la ocasión de juntarme con alguien que pueda estar interesado.

Aparte de eso, también he utilizado mi muro como repositorio de enlaces curiosos. Un error dado el funcionamiento del algoritmo que decide qué mostrarte cuando visitas tu perfil.
Ante esta casuística, opté por crear un documento de texto plano donde almacenar estos enlaces. Un documento que en estos momentos, poco menos de un mes después de su nacimiento, tiene cerca de trescientas líneas.

Hete tú aquí que una amiga comenzó una newsletter1. Si saber muy bien qué era aquello comencé a investigar y volví brevemente a mi perfil para hacer una pregunta:

¿Si me hago uno de estos y empiezo a compartir ahí las cosas que hasta ahora compartía por aquí, alguien se suscribiría?

Y varias personas dijeron que sí.

Pero claro, esto podía llegar a implicar otro problema: La dependencia de otra plataforma más.
Así que me lié la manta a la cabeza, leí un poco2, seleccioné unos cuántos módulos para mi web3, descarté otros tantos4, y tras alguna que otra prueba fallida en una semanita lo tenía todo listo.

Curvas no euclidianas

Ya sólo dependía de mi pericia o mi torpeza para que la cosa funcionase.
Ahora, y citando a Cálico Electrónico, quedaba decidir… ¿Y ahora qué hago yo con esto?

Porque claro, no iba a dedicarme a crear entradas que fuesen una mera acumulación de enlaces. Muy listo yo.

Tocaban más decisiones. Vaya, qué contrariedad.

No estaba dispuesto a crear una sección de esta página en algo que se limitan a retransmitir noticias o actualidad. Tampoco quería estar pendiente de la actualidad o hacer entradas cortas. Cuando se viene hasta aquí se viene a leer una buena paletadas de palabras (supongo que esa es uno de los principales componentes de mi éxito).

Un día cualquiera en mis dominios

Soy todo un influenciator.

Por otro lado, con los fregados en los que me voy metiendo la cosa no iba a dar como para escribir demasiado a menudo.
Da igual. Mi honor está en juego que decía aquel. Y, además, quería volver a reclamar este territorio.
Seguramente quienes dicen que los blogs personales son cosa del pasado no pensaba en mi. Oh, espera…

En fin. Recuperamos el blog, recuperamos algo parecido a las listas de correo. Sí, definitivamente creo que estoy en mi territorio. Algún día tengo que montar una BBS de Mytgard o Daegon.

Y llegamos al plan quinquenal para la dominación mundial. ¿Qué vais a encontrar en este “Nunca a la última”?

Enlaces a no-noticias, podcasts o vídeos de ciencia, rol, tebeos, música, cine, informática, juegos y otras pedradas que surjan por el camino.
Textos que que toquen de manera más o menos indirecta a cosas que he ido leyendo sin orden ni concierto, hiladas a través de algún desvarío que, probablemente, en ocasiones hasta llegue a ser lucido.
En ocasiones trataré de profundizar en aquello a lo que referencien los enlaces y añadir algo más de contexto, pero dependerá mucho de cómo haya ido la semana (la mía), y de cuántos meses haya estado macerando el enlace en mi bloc de notas.
Seguramente habrá páginas o podcasts que aparezcan con regularidad como fuente de los enlaces

Empezamos por el 001 porque voy de sobrao.
¿Llegará esto a los tres dígitos?
Ni idea.
¿Qué periodicidad tendrá?
Irá rotando de semana en semana intercalado con los informes daegonitas, el estado de desarrollo de mi vídeo juego y alguna cosa que se me ocurrirá por el camino. Posiblemente retome mis diversas biografías, el Educando a los educadores, la Nostalgia en 4 colores o los Mundos Improbables.
¿Cambiará por el camino?
Seguramente.
¿De qué dependerá?
De lo que vayamos viendo por el camino y hablando por correo o en persona.

Enlaces:

1. Tinyletter

2. Artículos para la creación de newsletter en Drupal
Simplenews: Send newsletters to subscribed e-mail addresses
How to create a newsletter containing existing content, using entity reference, rules and VBO
Creating HTML formatted emails in Drupal 7
Using HTML Mail together with SMTP Authentication Support

3. Módulos de Drupal utilizados
Mail System
Hatml Mail
Simplenews
String Overrides
Authentication Support

4. Módulos de Drupal descartados
Mime Mail
Simplenews content selection
Entity
Views bulk operations
Inline entity form
Rules
Norify

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.

Pues para ser coherente con el espíritu de "Nunca a la última", voy a empezar a comentar esta serie de artículos un par de años después de su publicación.

Con respecto a las redes sociales, mi opinión es que actualmente son una pérdida de tiempo muy importante. Prefiero mil veces el formato blog, aunque me parece que tanto tú como yo somos simplemente personas quijotescas aferrándonos a un formato anticuado que no le sirve a nadie de mucho.

Y sin embargo, nos sirve a nosotros, ¿verdad? Pues a veces, con eso es suficiente ;).

Gracias por el comentario. Por lo que a mí respecta, este tipo de cosas son las que dan sentido y convierten en algo "útil" a los blogs (o, al menos, a quien los escribe)

Si vas a hacer un recorrido cronológico completo (aunque sea de este "Nunca a la última") parece que nos parecemos más de lo que creía :)

No negaré lo quijotesco de mi actitud, y tampoco negaré que ya no echo para nada de menos la cosa en la que se habían convertido las redes sociales cuando las abandoné (aunque eso no impide que sienta una cierta nosátlgia por lo que fueron en su día).