Biografía daegonita XXXXXXII: Cabos sueltos II - VIII

Por Javier Albizu, 13 Enero, 2021
Finalmente llegamos a la conclusión de estos “Cabos sueltos” con, como no podría ser de otra manera, más cabos sueltos.

Los jugadores y sus acompañantes habían logrado regresar (no demasiado) sanos y (un poco) a salvo hasta Daegon, aunque con aquello no concluían sus problemas, sólo se iniciaban unos nuevos. La nave en la que habían realizado la transición dejaba de funcionar. Nada nuevo.

Ya en “La Gran Campaña”, cuando la magia abundaba y esas zarandajas, habían tenido un problema similar. Al cambiar de plano los practicantes de hechicería dejaron de poder hacer magia. El cambio en las leyes naturales hacían inútil su conocimiento. Fue necesario tiempo, visión mágica y un poco de suerte para que fuesen comprendiendo cómo funcionaba aquel lugar a esos niveles.
Al finalizar aquel viaje, tras “pulsar el botón” que servía para traer de regreso los distintos fragmentos del continente perdido hasta su lugar de partida, las tornas se invertían. Los hechiceros del otro lugar no podían hacer magia y, por supuesto, la tecnología que que volvía en aquella dimensión dejaba de funcionar.

Por otro lado, lo mismo le había pasado a la Sigma 3.0, el “satélite para la investigación planar” en los dos viajes que hizo. Aquella fue la razón por la que se terminaría estrellando (y, más allá del molonismo, en aquellos momentos aún tenía que explicar cómo era que había vuelto a alzarse cuando los jugadores se cruzaron con ella).

Volvemos a la murga de siempre, y enlazamos con lo que comentaba la semana pasada: ¿cuál era la causa de aquello en un mundo sin dioses?

Mmmmm, veamos...
De acuerdo… igual no hay dioses… pero hay tipos muy poderosos… abstracciones influenciadas por la humanidad algunas de las cuales han adoptado su imagen… porque la primera humanidad era muy sobrada… y hacía unas movidas que te cagas… y las abstracciones también eran molonas… y también hicieron movidas que te cagas… y, a algunos de ellos (abstracciones e integrantes de la primera humanidad), más adelante se les adoró como a dioses… pero no daban magia a sus adoradores… y fueron ellos quienes echaron a los ailanu e hicieron que la tecnología dejase de funcionar.
¿Contento?
Si no lo estás, la otra respuesta es… lavadora.

Miradolo en perspectiva, la solución a mi problema siempre había estado ahí, pero no había sido capaz de verla. ¿Por qué el cambio de plano de existencia iba a afectar únicamente a la magia?
Claro, aquello no resolvía el problema de la tecnología que se había quedado en Daegon, pero era cuestión de un poco de pensamiento lateral y de sumar dos y dos. Lento que es uno.

En fin. La cosa es que el tema de la primera humanidad me gustaba. A fin de cuentas, la cronología1 empezaba mucho antes de los tiempos de Imperio ailanu o la llegada de la (por entonces aún llamada) “Primera guerra de los dioses”. Teníamos un hueco de cuatro mil novecientos noventa y nueve millones novecientos noventa y un mil quinientos años por cubrir entre la primera fecha que se mencionaba y la segunda.

Por su parte, el día diecinueve de marzo del dos mil mandaba un mensaje a la lista de correo con este asunto: “[daegon] Encuesta”, y este contenido (del que respeto todas las faltas de ortografía):

Saludos gente.

Visto lo que se mueve esta lista, he tomado la decision de moverla yo un poco.
He decidido que seais vosotros los que decidais lo que voy a escribir. Me explico.
Soy muy vago a la hora de ponerme a escribir (los que me conoceis ya lo sabeis :)), y auunque tengo en la cabeza todas las historias de Daegon, comienzo a escribirlas, pero acabo dejandolas todas a medias.
Pero como tambien sabreis aquellos que me conoceis soy una persona que cumple aquellas cosas a las que se compromete. Asi que me comprometo ante vosotros a escribir al menos unos parrafos al dia, y mandarlos a la lista para que los comenteis y critiqueis, de aquello que quiera la mayoria. Y ahora vienen unas cuantas sugerencias sobre lo que podria escribir. Si alguno tiene alguna curiosidad sobre algo que no aparezca en esta lista, es completamente libre de decirlo. Comenzare con aquello a lo que vote la mayoria (como cada uno me vote una cosa distinta, me voy a cagar en vuestras muelas mamomes :))).

Pues eso, ahi van unas ideas.

Acabar la historia de Mashlan.
Acabar la historia de Trollellom.
Saliria, Enemiga de los dioses.
Dragonidas, Cronica del tiempo antes del tiempo.
Ailan, Retorno del exilio eterno.
Ky´em´bra, La tierra maldita.
Menetia, El imperio de antaño.
Rearem, Centro del mundo. Intrigas en los 17 reinos.
Nivar, Entre dos mundos.
Naltor, El reino de la logica.
Werela, Hijos de Lycantros.
Goord, Guardianes de la llama eterna.
Tarnaq, Dominadores de hombres.

Pues eso, espero vuestros mails, teneis de tiempo
hasta el domingo que viene.

Taluego

Quedaba inaugurado mi primer reto de escritura.
Aquel correo sólo tendría una única respuesta. En ella, el señor Z decía:

#Ky´em´bra, La tierra maldita.
#Menetia, El imperio de antaño.
#Rearem, Centro del mundo. Intrigas en los 17 reinos.

Pienso que estos son los más interesantes para hacer partidas y campañas.
Podemos dejar la parte histórico-festiva para más adelante. Dejar los grandes acontecimientos del pasado en incógnita un tiempo puede hasta venir bien.

Preparando el terreno, el día veintisiete mandaba todo el material que tenía del que ya disponía. Todo aquello que había empezado a escribir antes de la encuesta, pero que aún no había subido a la web.
En un correo con el asunto “[daegon] A ver si se mueve esto”, enviaba información relativa a los Dragónidas (apenas un par de párrafos) y Trollellom (cosa de cinco páginas). Con aquello, no me quedaba material en la recámara. Tenía que ponerme a escribir sí o sí.

Una vez expirado el plazo, el día veintiocho comenzaba el reto2. Mandaba el correo prometido hablando de Ky´Em´Bra ([daegon] Comenzamos) y el día veintinueve me saltaba a la torera lo que me habían pedido y me iba al pasado más remoto ([daegon] Dragonidas). Porque yo soy así.

En aquella “Crónica del tiempo antes del tiempo” (título bastante impreciso, dado que aquello transcurría cuando el tiempo ya se había iniciado), aprovechaba para hablar de la primera humanidad. Creaba a los “adanes y evas” que correspondían a las etnias humanas que se podían escoger en el presente. Alumbraba a “Los siete reyes dragón” y, por sorpresa, daba forma, esencia y presentaba a Daegon, la mujer de la que el mundo heredaba su nombre.

En los correos que siguieron a aquel (hasta llegar a “RE: [daegon] Dragonidas 9”), fueron presentándose nuevos conceptos y personajes. Junto a Daegon aparecía su hermano, esposo y asesino; Dayon. Ambos eran presentados como el orgullo y la condena de su padre, Dae’on.
Se presentaban también las siete puertas que comunicaban los siete picos. Se establecía que uno de ellos estaba bajo el mar, dos en la luna y otros dos en el sol. Aparecía también Huatûr “El contemplador” (en homenaje a Uatu, el vigilante de la Marvel) quien, de forma retrocontinua, resultaría que “siempre había sido Alan Keyn… y otro montón de personajes más”.

La magia de la improvisación y los procesos mentales.

Pero, bueno, estábamos cerrando cabos sueltos.
Los jugadores finalmente lograban salir de la nave en la que estaban encerrados y descubrieron que estaban en Kaze; el polo norte. Descubrieron también que en la puerta les estaba esperando un tipo con cara de pocos amigos; Kuunsej3. Alguien que afirmaba venir en representación de algo llamado “El concilio de los inmortales”.

¿Qué narices era aquel concilio?
Nu sé. Sólo tenía alguna idea vaga.
¿Quién era Kuunsej?
Tampoco lo sabía… pero.
Con él tenía una sensación muy similar a la que me invadió cuando presenté a Darus. Era alguien muy cansado. Alguien que buscaba morir… pero que no se lo permitía a sí mismo. Alguien que estaba a un mal día para pasar a engrosar las filas de los “Condenados a vivir”.

El tipo de personajes depresivos que me molan. El protagonista del primer relato de Daegon que finalizaría unos años más tarde.

Enlaces:

1. Cronología v2

2. Incumpliendo promesas
- Ky´Em´Bra
- Los Dragónidas
- Uatu

3. Presentaciones
- Kuunsej
- Darus en “Biografía daegonita IV: El fin del mundo tal y como lo conocemos, primera parte”

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