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Javier Albizu

Hace 20 años 7 meses

Respondiendo al amigo Tosko, y tratando de aclarar la posible interpretación equivocada de lo arriba escrito, realizare un par de puntualizaciones mas sobre el asunto este de las amistades unilaterales.

¿Pretendo decir en la columna que, si la amistad no surge de buenas a primeras, esta es una causa perdida?. No hay nada mas lejano a mi intención.
Asimismo, también aclarare, que con estos textos no pretendo pontificar sobre un único y verdadero comportamiento universal. Aquí me limito a compartir como veo yo las cosas, lo cual no implica que no pueda estar equivocado en mis razonamientos, ni que no sea consciente de las contradicciones que pueda haber en ellos (cosa esta que esperaba haber dejado clara en el mismo texto).
El hecho de que yo me guíe por un código, no implica que considere este como el único baremo moral valido, sino que me parece el mas adecuado para mi manera de ser y de ver el mundo.

Una vez (espero) aclarado esto, continuamos con el tema.

No he querido decir en la columna que si la cosa no funciona a primera vista, de el tema por zanjado. Lo que digo es que no trato de forzar las cosas, que no trato de actuar de una manera distinta a la que considero mi “standad”. El hecho de que sea una persona de difícil sociabilidad, no implica que esta sea nula, y que por sistema me niegue a hablar con aquellos a los que no conozco (en tal caso, me habría sido imposible trabajar de vendedor durante todos los años que lo hice).Sino a que me limito a mostrarme tal y como soy (o tal y como me encuentro en cada momento), con la esperanza de que eso baste para despertar el interés del otro/otra, y que esto, con el tiempo, acabe llevando a la amistad.
La tan manida frase de que “es la primera impresión la que cuenta”, no me parece acertada, ya que considero que la primera impresión solo es la anterior a la segunda y posteriores.

Citando otro de mis mantras:

Intento tratar a la gente de la manera en la que me gusta ser tratado. Es decir lo mínimo es ser amable y educado (la simpatía es opcional, salvo para los conocidos que me caen bien y los amigos).

Este modo de tratamiento es aplicable incluso a aquellos que me caen mal (luego el devenir de la situación hará que surja la simpatía, bordería o lo que se tercie).
No pretendía decir que una relación, inicialmente unilateral, no pueda llegar a convertirse, con el tiempo y el contacto en una relación de amistad, sino a que una relación unilateral (siempre según la definición del DIAA), no sera de amistad, sino mas bien de simpatía. Quizás esto pueda parecer un juego de semántica, pero no lo considero así.
Tampoco trato de afirmar que una relación alcanzada de esta manera, sea menos valida, real o duradera que una relación que ha ido encauzada desde un primer momento. Lo que cuenta, en este caso, es el resultado de la relación final. Si las “mentiras”, han sido mínimas y aceptadas, no tienen porque acabar llevando al fracaso de la relación una vez “des” mentidas y “des” cubiertas.
Una relación (ya sea amistosa o mas trascendente), tiene que estar basada en el conocimiento y la confianza mutua, y “mutua” es la palabra clave, ya que tiene que ser por parte de ambos “bandos” ya que, de ser esta por un único lado, no seria amistad (volviendo al DIAA).

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