1. Sobre la escritura:
¿Saben aquel que diu...?
¿Hoy? - Fin primera corrección Consecuencias II.
Aquel “Hoy” que entonces se convirtió en casi un mes (veintitrés días, para ser más exactos).
Ese “último párrafo” se convirtió en página y media (y en otras dos páginas de descartes).
Sea como fuere, el día treinta de julio daba por finalizada la revisión de “Consecuencias II” (el capítulo 2,5 de Historias de Daegon) y comenzaba con la segunda revisión de “Universos dentro de universos” (lo que me llevará a la tercera versión de ese relato)
La parte contratante, y tal.
¿Cuándo terminará esto?
Pues ni idea.
¿Terminará esto algún día?
Vaya usted a saber.
Por el momento, los pensamientos que me asaltan con mayor frecuencia cuando pienso al respecto de este proyecto, como no podía ser de otra manera, son las dudas. Dudas a muchos niveles. Dudas tanto en lo tocante al enfoque que le estoy dando a todo esto como hacia dónde dirigirlo.
¿Se entiende lo que escribo?
¿Conseguiré con esto despertar el interés de alguien sobre Daegon?
¿Servirá su lectura para iniciar alguna conversación con alguien acerca de cualquiera de los temas que se tratan ahí?
Las mismas dudas de siempre, vamos. No es que hayan parado en ningún momento, pero hay ocasiones en las que vuelven de manera más insistente.
Por lo pronto, sigo sin saber si la respuesta a la primera pregunta es un “sí”.
A ver, me explico.
Claro que se entiende. La forma se entiende. Escribo en castellano y... casi todas las palabras que uso son propias de nuestra lengua. Las frases están estructuradas correctamente (cuando no meto algún gazapo que provoca que se me vayan de paseo tiempos verbales, o que permanezcan palabras pertenecientes a estructuras anteriores)
Pero...
¿Qué hay del fondo? ¿Que hay de todo lo que subyace y no explícito? ¿Que hay de las sensaciones que me gustaría evocar en el lector?
¿Me paso de meta? ¿Se me va la mano con cierto tipo de descripciones? ¿Resulto demasiado pedante? ¿Me pongo demasiado técnico? ¿Ambos problemas se suman para pergeñar una abominación infumable e insufrible? ¿Me estoy marcando un “Hacedor de estrellas” de Stapledon1, y a la gente le pasará lo mismo con lo mío que lo que me sucedió a mí con lo suyo? ¿Se va a entender que hablo de una fase de la humanidad (la humanidad de Daegon) muy diferente a nosotros o a la que se muestra en otros relatos? ¿De su lectura se puede extraer que hablo de su descubrimiento (esto es, primeros atisbos de comprensión, que no primer encuentro) de conceptos, ideas y fuerzas que nosotros tenemos interiorizados y damos por supuesto?
Ni idea. Pero cada vez que lo releo aparecen más lagunas en lo que presento. Más ideas que, a alguien que sabe lo que busca (o sea, yo), le parece que están pobremente (a la vez que demasiado) explicadas.
Pero, bueno, es lo que hay y uno llega hasta donde llega. Toca seguir releyendo, seguir rescribiendo y seguir haciendo planes por el camino.
De momento, la intención es que, una vez que termine con esta revisión, pase al tercer relato. Pero, como ya decía Azeem (el personaje de Morgan Freeman en el Robin Hood de Kevin Costner) “No hay planes perfectos, solo intenciones perfectas” (bueno, lo acabo de mirar, y esa no era su frase exactamente, sino “No hay hombres perfectos, sólo intenciones perfectas”, pero me quedo con la mía).
Así pues, el tiempo dirá.
Ya que estamos, y hablando de intenciones, he de comentar también que ha regresado hasta el primer plano otra intención. Como ya sabría que terminaría por suceder antes o después, el gusanillo de la escritura rolera ha resurgido (en esta caso, le podéis echar la culpa de esto al instigador involuntario, el señor Carlos de la Cruz, ya que fue su entrada sobre Xorandor2 la que volvió a despertar a ese monstruo).
Llevo unas semanas dándole vueltas a la cabeza a qué forma puedo darle a esta nueva intentona sin haber logrado llegar aún a ninguna conclusión.
Tengo claro que retomaré “Las mareas de Tisinyarma”3, y que tengo que meter ahí cosas del “básico” (en cuanto a las particularidades de Daegon como ambientación) pero, para no variar, todo lo demás también tengo dudas.
¿Hasta qué punto llego en cuanto a la información de trasfondo?
Sí, va a haber personajes pregenerados, con su historia y descripción de sus culturas pero... debería de dar información para que los jugadores se hagan otros personajes.
Mi idea es que sea una aventura agnóstica a cualquier sistema de juego, pero debería incluir un sistema propio para que pueda ser usada por alguien que nunca haya jugado a rol o no tenga otro reglamento.
Con esto:
¿Qué y cuánto puedo reutilizar de lo que ya tengo escrito?
¿Cuánto de lo que escriba para esta aventura podré reutilizarlo para el “básico de verdad”, o para otras aventuras que pueda publicar de manera independiente?
¿Cómo estructuro el libro?
Preguntas, preguntas.
Siempre preguntas.
2. Sobre el dibujo
En el terreno de ensuciar hojas, ayer dejé temporalmente la ilustración que compartía el mes pasado (como siempre, por aquí4 podéis ver el proceso día a día de eso y de otras tantas cosas).
Una ilustración que nacía con la idea de ser un “estudio de personaje” de Arcanus, que digievolucionó y que en estos momentos, tiene esta pinta:
A lo largo de este mes la he ido conduciendo hacia lo que podría ser la sustituta de la última viñeta de la primera página del “Tebeo continuación de Arcanus” (cuyo proceso, entre otras muchas cosas, podéis ver por aquí5), aunque aún no tengo claro que termine siéndolo (o que no termine siendo sustituido por otra ilustración que aún no existe)
Pero ahora esta ilustración (que no esa página), y haciendo caso a una persona con más cabeza que yo, ha quedado aparcada para más adelante. A ver si cuando vuelva con ella lo hago con otra mirada más clara (y con la otra mitad de página más trabajada y armonizada)
Sí, amigüitos, más de un mes para una viñeta.
Y pensaba que en lo que era lento era en lo de la escritura.
3. Sobre la programación
Al final, entre las opciones de libros de Godot que mencionaba en la anterior entrada, opté por “Godot 4 Game Development Projects”6 en lugar de por “Godot 4 Game Development Cookbook”7.
El otro libro sobre Godot que venía en el bundle era de la versión 3, con lo que no tenía mucho sentido el empezar por ahí.
La decisión vino dada por las indicaciones de los propios libros en su “para quién es esto”, y fue una decisión sencilla porque, mientras que uno decía esto:
This book is for anyone who wants to learn how to make games using a modern game engine.
New users and experienced developers alike will find it a helpful resource.
Some programming experience is recommended.
El otro decía estro otro:
The Godot 4 Game Development Cookbook is for seasoned game developers who want to acquire skills in creating games using a contemporary game engine.
It is an invaluable resource for indie game developers and Godot developers who are familiar with Godot 3 and have some level of expertise in maneuvering the interface.
A ver su cuando la cosa esté un poco más avanzada puedo contar algo más a este respecto.
Enlaces:
2. Xorandor redefine el mundo de la Marca del Este