Amistad, and the Avjaal way of life

Continuando con mis disquisiciones sobre la amistad, aquí van mis FAQ sobre el asunto. Así que, si tenéis mucho sueño, mejor dejáis esta lectura para otro momento.

Preguntaba en mi anterior columna:
¿Es posible ser amigo de alguien que no es tu amigo?.
Es esta una pregunta un tanto tramposa, al pecar de excesivamente generalista. Ayer bajo la epígrafe de amistad, trataba el tema de los amigos, esto quiere decir, cuando la amistad se ha consumado ya (aunque esto de consumar suene un tanto sexual, no tiene nada que ver).
Pero para llegar hasta ese momento post-consumación ha tenido que haber un conocimiento y contacto previos.
Decía también (al respecto de la atracción), que hay gente que te entra por los ojos, y esto no es solo aplicable al campo romántico, sino que también es perfectamente aplicable al asunto amistoso. Hay gente que tiene ese “algo”, ese “yo que se, que, que se yo” que te hace querer iniciar una conversación, o, caso de haber mantenido una, repetir la experiencia (no, criaturas de mentes sucias, sigo sin hablar de sexo).
Si ese “algo” que mencionaba antes, es reciproco, la cosa esta hecha. Pero, ¿que pasa cuando ese “algo” solo es apreciado por uno de los dos?. ¿Es ese el momento de las gracietas?, ¿el momento de demostrar a esa persona que no se ha fijado en ti lo divertido y ocurrente que puedes llegar a ser?. ¿Altera la gente su forma de ser conscientemente para “agradar” a alguien que le “agrada”? (que no, pesaos, que este tío no quiere ligar).

My way of the highway.

Pues aquí van mis dos céntimos (que dicen los yankis).
El impulso esta ahí, incluso yo, ser cuasi imperturbable, lo siento a menudo (¿o soy el único?). Así que, ¿que es lo que hago?. Pues lo cierto es que nada. Pero esta “nada”, no es una “nada” nacida de la vagancia, sino de una trabajosa labor de contención.
Con nada, no me refiero a evitar a esa persona (tampoco soy “tan” masoquista), sino a nada que no hiciera normalmente por cualquier otra “persona” o “conocido” (que no amigo). Yo soy como soy (bueno, no es del todo cierto, una aproximación mas exacta seria, yo trato de ser como me gustaría ser), me guío por un código ético/moral propio y auto impuesto. Y en el hay un mantra que me repito a menudo (o soy yo, o alguna de mis otras personalidades):

Trato de hacer las cosas por dos razones:
A: Porque me apetece.
B: Porque considero que es lo correcto.
Cuando se presenta una contradicción entre A y B, infinito debe tender siempre hacia B.

Que tío mas guay, os diréis (o igual no, no tenéis ni idea de lo que yo puedo considerar correcto), incluso es posible que os preguntéis ¿es capaz de hacer tal cosa?. Pues si os hacéis esa pregunta (o aunque no os la hagáis, que al fin y al cabo esta es mi columna), la respuesta sería, SI (bueno, a veces).
¿Que le voy a hacer?, no soy perfecto (pese a que me gustaría, aunque eso daría para otra columna, sobre la perfección y la subjetividad) ni tampoco soy un santo (ni lo pretendo, mi hipocresía no llega tan lejos, y mi vagancia y comodidad son demasiado importantes para mi, como para tratar de emular a Santa Teresa de Calcuta).
Mi máxima en la vida, es llegar a ser una buena persona (definición esta subjetiva donde las haya), y bajo esta máxima se encuentra el tema de sinceridad. ¿Es sincero alguien que actúa de una manera distinta a la suya natural para “agradar” a otra persona?. Yo creo que no. ¿Cuanto tiempo mantendrá esa “mentira”? Porque admitámoslo, ES una mentira.

Modo auto flagelación ON
¿Es capaz una persona tan obsesiva y auto analítica como yo de ser “natural” o “espontáneo”?. No tengo ni idea, pero me temo que es harto complicado.
¿Entonces que cojones hago hablando sobre la sinceridad? Pues ni idea, oiga.
¿Me ayudan, o hacen de mi una persona mejor estos comentarios?, ¿O por otro lado, no son mas que una manera barata de auto justificarme?. Sinceramente. No lo se.
Modo auto flagelación OFF

Pero estoy divagando (Peter David diixt).
Salvo en lo referente al trabajo, trato de hacer las cosas sin esperar nada a cambio (eh, tíos, tranquilos, que he dicho que “trato”. Tampoco os pongáis así). ¿Que quiero decir con esto?. Muy sencillo. Yo soy quien toma mis decisiones, ergo, soy el único culpable de mis actos. Si doy algo, es “mi” elección, por lo tanto, JAMAS espero algo a cambio. Un don o un regalo es algo que se hace porque se “quiere” hacer, se “quiere” demostrar lo importante que es la persona “galardonada” para el “regalador”, no para tratar de “comprar” o “alquilar” el afecto de otra persona, o a la espera de un Quid Procuo. Esto siempre según el DIAA (Diccionario Imperial de la Academia de Avjaal) (lo cual no implica que no me guste/guste ser agraciado con dones y/o/u muestras de afecto en otros momentos, ya he dicho que ni soy, ni pretendo ser un santo).

Me parece que sigo divagando, pero da igual.
A lo que iba:
¿Se puede ser amigo de alguien que no es tu amigo?
Yo creo que se puede intentar, incluso puedes creer serlo, pero a la larga, creo que la respuesta seria no.

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Rambutan (no verificado)

Hace 19 años 7 meses

Yo como siempre llego tarde y mal a todo pero me parece genial esto del weblog (aunque lo de "República de Triunfadores" es un poco jevy, no?) así que mientras me pongo al día (ya sabéis que soy lento) solo haré un Avjaal, lo que pasa eres que eres un filósofo (y no lo digo en coña!): alguien tienen que dedicarse a reflexionar en este puto mundo mientras otros hacen el mono...

Tosko (no verificado)

Hace 19 años 7 meses

Hmmm, tengo mis dudas a este respecto, pero yo diría que un pequeño cambio a cambio (valga la redundancia) de una mejora en esa amistad unilateral puede conducir a una amistad bilateral, en la cual, tal y como tú mismo has definido, ambos amigos pueden decirse grandes verdades, entre las que puedes incluir "Las primeras veces que hablé contigo te engañé. Fui falso y Avjaal diría que todo era mentira, pero ya ves, ahora soy tal cual y seguimos teniendo una sólida amistad". Sé como el junco, no como la roca. Y ahora, haciendo aprecio a mi amigo Rambután... *Tosko se va haciendo el mono.

Javier Albizu

Hace 19 años 7 meses

Respondiendo al amigo Tosko, y tratando de aclarar la posible interpretación equivocada de lo arriba escrito, realizare un par de puntualizaciones mas sobre el asunto este de las amistades unilaterales.

¿Pretendo decir en la columna que, si la amistad no surge de buenas a primeras, esta es una causa perdida?. No hay nada mas lejano a mi intención.
Asimismo, también aclarare, que con estos textos no pretendo pontificar sobre un único y verdadero comportamiento universal. Aquí me limito a compartir como veo yo las cosas, lo cual no implica que no pueda estar equivocado en mis razonamientos, ni que no sea consciente de las contradicciones que pueda haber en ellos (cosa esta que esperaba haber dejado clara en el mismo texto).
El hecho de que yo me guíe por un código, no implica que considere este como el único baremo moral valido, sino que me parece el mas adecuado para mi manera de ser y de ver el mundo.

Una vez (espero) aclarado esto, continuamos con el tema.

No he querido decir en la columna que si la cosa no funciona a primera vista, de el tema por zanjado. Lo que digo es que no trato de forzar las cosas, que no trato de actuar de una manera distinta a la que considero mi “standad”. El hecho de que sea una persona de difícil sociabilidad, no implica que esta sea nula, y que por sistema me niegue a hablar con aquellos a los que no conozco (en tal caso, me habría sido imposible trabajar de vendedor durante todos los años que lo hice).Sino a que me limito a mostrarme tal y como soy (o tal y como me encuentro en cada momento), con la esperanza de que eso baste para despertar el interés del otro/otra, y que esto, con el tiempo, acabe llevando a la amistad.
La tan manida frase de que “es la primera impresión la que cuenta”, no me parece acertada, ya que considero que la primera impresión solo es la anterior a la segunda y posteriores.

Citando otro de mis mantras:

Intento tratar a la gente de la manera en la que me gusta ser tratado. Es decir lo mínimo es ser amable y educado (la simpatía es opcional, salvo para los conocidos que me caen bien y los amigos).

Este modo de tratamiento es aplicable incluso a aquellos que me caen mal (luego el devenir de la situación hará que surja la simpatía, bordería o lo que se tercie).
No pretendía decir que una relación, inicialmente unilateral, no pueda llegar a convertirse, con el tiempo y el contacto en una relación de amistad, sino a que una relación unilateral (siempre según la definición del DIAA), no sera de amistad, sino mas bien de simpatía. Quizás esto pueda parecer un juego de semántica, pero no lo considero así.
Tampoco trato de afirmar que una relación alcanzada de esta manera, sea menos valida, real o duradera que una relación que ha ido encauzada desde un primer momento. Lo que cuenta, en este caso, es el resultado de la relación final. Si las “mentiras”, han sido mínimas y aceptadas, no tienen porque acabar llevando al fracaso de la relación una vez “des” mentidas y “des” cubiertas.
Una relación (ya sea amistosa o mas trascendente), tiene que estar basada en el conocimiento y la confianza mutua, y “mutua” es la palabra clave, ya que tiene que ser por parte de ambos “bandos” ya que, de ser esta por un único lado, no seria amistad (volviendo al DIAA).