Intelnes

Algo había odio sobre ella. Había visto “Juegos de guerra”, y también quería conectar mi Commodore a algún sitio chungo de esos que te permitían dominar el mundo (aun sigo intentándolo, ahora tengo el sillón para la dominación universal, de aquí a un tiempo...) pero las compañías de telecomunicaciones españolas no estaban por la labor (y yo no tenia ni idea de como conectar aquel chisme al teléfono), así que la espera se alargo un poco. Ahora el chisme esta conectado al teléfono, así que, temblad (bueno, el chisme lleva tiempo conectado al teléfono mucho tiempo, y le he buscado otras utilidades mejores que la dominación mundial, así que tampoco tembléis demasiado). Joe, que parrafada para acabar no diciendo nada.

Continuando con el tema (o comenzando con él). Tiempo después de películas y demases, llegaría por aquí los primeros indicios de la “gran” red. Primero serían las BBS de las que me hablaban aquellos que tenían modem y un mínimo de conocimientos al respecto (Pedro Arnal e Iñigo Zapata), para pasar poco después a la “intelnes” propiamente dicha. La madre que los trajo, que complicado era configurar aquello en Windows 3.11 (no me creo que vaya a decir lo que voy a decir ahora), menos mal que llegaría el Windows 95 para hacerlo mas sencillo (pues si, lo he dicho). Así que supongo que ese sería mi año de partida en lo que es internet.
No es que me instalase el dichoso sistema en cuanto salió, Pedro nos había configurado una conexión en el Pentium 100 que tenía Aitor en la oficina de la tienda (el único ordenador que en aquel entonces tenía modem), pero mas adelante (y con el “advenimiento” del Win95) pondríamos modem en un par de ordenadores mas (entre ellos el 486 DX4 75 que tenía en la “sección” de teclados e informática musical). Que recuerdos de aquel ordenador. Aquel CD Rom X1, que le costaba 3 horas instalar el Windows (todo un mediodía con Garru en la tienda esperando a que se instalase para poder configurar la red que nos había pasado el conectando tres ordenadores). Yo pensando que era un Pentium, cuando en realidad nos habían timado y era un 486 (menos mal que nos lo vendió un “amigo” de mi padre). Que recuerdos tan emotivos.

Así llegaríamos hasta nuestra primera conexión: mtomas@readysoft.com, contraseña lpas2847. Recuerdo algunas tardes de sábado, mirando como rara vez la velocidad de descarga no llegaba a medio “k” por segundo, cuando bajarse un archivo de un mega era prácticamente impensable, ya que la conexión se caía, y no había programas para recuperar las descargas. Bajando fuentes de japones para Patxi, y soñando lo que podría ser el descargar un archivo de ¡12 megas! que había por ahí tentándonos: un diccionario japones ingles.

Mas adelante, llegaría mi primera cuenta de correo: avjaal@geocities.com, junto con mi primer espacio web, y mi primera pagina (que lo cierto es que apenas se ha movido desde entonces).Y por fin, las listas de correo. Pedro me había hablado de “ella” LCJR (lista de correo de juegos de rol), y contaba las batallitas que tenían lugar por allí. Gente con toda clase de apodos, desde lo mas normal (iba a decir sublime, pero mentiría) hasta lo mas ridículo pululaba por estos lugares, afirmando poseer el “control total”, clamando ser los masters definitivos, decir que los únicos juegos buenos eran a los que jugaban ellos y pijadas por el estilo.
Con el tiempo acabaríamos cambiando Infovía (una cutre red que se había montado telefónica para que los proveedores pudiesen dar servicio a gente mas allá de sus provincias si que estos se dejaran un pastón en llamadas) por las llamadas a nodo local.

Pues si, ahora toca presentaros a la peña que he conocido por internet.
¿Que creías?
¿Que iba a tardar mucho?
¿Que os ibais a librar?
Ilusos