Mundo laboral VI (¿Solo puede quedar uno?)

¿Que es lo que pasa?
¿Todos a los que llego a considerar mi amigos, acaban largándose de la tienda?
¿Es que acaso solo duran los malos en esta empresa?
No. Espera. Aún queda esperanza.
¿Son dos figuras esas que veo en el horizonte? bueno, no. Quizás sean una y media.

Efectivamente, no todo el mundo sale huyendo de la megatienda, aún quedan un irreductible grupo de galos, estoooo trabajadores, inasequibles al desaliento.
Lo cierto es que malo, lo que se dice malo, no conozco a ninguno, y con todos me he llevado siempre en un termino medio-bueno. Por supuesto, están lo que me caen mejor, y los que me caen peor. Pero dado que trato de limitar el trato (válgame la rebuznancia) con aquellos que no me caen bien, pues como que tengo una relación relativamente afable (casi siempre) con todos los allí presentes.

Hay gente como Juanjo Abrego, Ana Areso, Juan Luis, Rafa Moya, Maria Garciarena, Susana Yanguas, o Nacho Zabala, así como la que tuve en su momento con otros “huidos”, como Ruben Galbete, o las citadas en otra columna Blanca y Alicia, con los que, pese a llevarme muy bien, no ha llegado nunca a saltar la “chispa”. En alguna ocasión si que les he dicho de quedar a algunos de ellos, pero al final la cosa no ha seguido para adelante, y tampoco he insistido mas, porque en el fondo, tampoco sabía muy bien de que podríamos hablar (lo cual tampoco es una gran excusa, ya que muchos de los mentados en las anteriores columnas tampoco compartían gustos o aficiones conmigo).

Luego hay otros, como Ander, al que apenas llegué a conocer (entro al taller cuando ya me había venido para la nave), pero que de verle aquí cuatro veces, y cruzarmelo una (san fermines del año pasado) en el Carrefour, he establecido una relación muy buena. Es una de esas personas que me gustan, campechano “de pueblo” (pero en el mejor sentido de la expresión) y currante. Como ya digo, apenas he tratado con él, me gusta considerarle mi amigo, pese a que es otro de esos maldito huidos. Podía haberse esperado un poco mas, y haberse esperado hasta después de que bajasen el taller hasta aquí.

También esta Josu Yabar. Mientras estaba yo en la tienda, lo conocía de vista, porque iba a clase de guitarra eléctrica con mi primo Mikel. Es un criajo de veintinada años, pero muy majo.
En la época de la tienda no trate nada con él, pero, casualidad de casualidades, el verano pasado se vino de “practicas” a la nave (vamos, que quería sacarse unas pelas, y la música le gusta). Es un chaval hiper activo, y no para de hablar. La cosa podría haber acabado de dos maneras, o le mataba, o me caía bien. Y mira tu por donde, me acabó cayendo bien.
Toca en un grupo Sök (comprad su maqueta), y tocan muy bien (a parte de hacer música que me gusta). Le encanta hablar de música, toda clase de música, y eso es algo que me parece muy bueno (pese a que siempre copien a los Incubus). Pero lo mejor de el es que siempre lo ves contento, y y dando tumbos por todos lados. Es (como lo definíamos Juan Luis y yo mientras estaba por aquí) la alegría de la fiesta y (¿lo adivináis?), mi amigo.
Pero el muy capullo, entre los ensayos, los conciertos, la novia, y los estudios, no tiene tiempo para nada mas. A ver si lo aprueba todo, se hace rico, y tiene algo de tiempo para mi.

Y por fin, llegamos a los irreductibles galos. Bueno, al galo y la gala: Angel (minitronco pegado a gran cabeza) Rodríguez, y Asun Ribed.

Angel, el-funcionario-de-correos-que-renuncia-a-la-baja-laboral-porque-no-puede-estarse-quieto-en-casa-y-se-aburre.
¿Que decir de él?.
Fácil.
Ya te ha costado ponerte a media jornada. Capullo.
A ver si inventas un sistema para ralentizar tu tiempo relativo, y que los días te duren mas, así podrías quedar conmigo, so membrillo. En esa peazo cabeza ya podía haber un cerebro de tamaño equiparable que usases para el bien de la humanidad.

Eh, tíos.
No me miréis así, yo no creo que tenga la cabeza grande, es él quien siempre esta haciendo chistes sobre su tamaño.
Poco mas voy a deciros de él, solo que es un tío cojonudo, un guitarrista de igual calibre (y encima se empeña en seguir estudiando), y un grandísimo imbécil que no me hace ni caso. A ver si lee esto y se da por aludido.

Y por último (pero no por ello menos importante), la última (bueno, sino la ultima, pero si de las que menos hubiera sospechado) persona que esperase poder llamar amigo (bueno, amiga): Asun Rived.

¿Que porque digo esto?

Veamos. Oficinista discreta como ella sola, durante años, creo que las únicas palabras que intercambié con ella era el saludo al entrar en la tienda (cuando la veía), y creo que poca relación mas teníamos.
Hasta que...
Hasta la boda de Iñaki Calleja. Fue un viernes. Yo salí de la casa de la juventud para ir al lugar donde se celebraba la fiesta (la boda había sido durante la tarde, y la fiesta era durante la noche). Había quedado con ella en el bar que había debajo del recinto designado para el evento, ya que eramos los dos únicos de la tienda que íbamos a ir (salvo mis padres que estaban invitados a la ceremonia, y se pudieron escaquear de currar).
Ahí estábamos los dos, creo que ella bebía algo, yo como de costumbre no. La cosa es que comenzamos a hablar, primero de cosas del trabajo, y luego, pues de lo que iba surgiendo. Ahí estuvimos, en la puerta de un bar, hablando hora y pico. Al rato decidimos subir hacia la sala del hotel donde era la cena, y como vimos que a gente aún estaba sentada en las mesas, pues nos sentamos en unos sofás, y continuamos hablando, así, hasta que el padre del novio (que es cliente de la tienda, y nos conoce), paso por delante, nos vio, y nos dijo que entrásemos.
La cosa es, que a partir de entonces la fui conociendo poquito a poco, y resulta que era una tía majísima, y de ahí la cosa solo iría a mejor.
Otra de las razones por las que me alegro de haberme ido de la tienda, es porque ahora puedo quedar con ella para cenar de vez en cuando (antes también podía, pero no se porque, no se me ocurrió hacerlo, si es que cuando uno es lerdo...), cosa que antes no solíamos hacer, y entonces, pues eso, hablamos, comenos, caminamos, y son jornadas memorables.

Pues con esto creo que el tema ya queda zanjado. Es posible que algunos os preguntéis porque os estoy dando la tabarra con esta gente que no conocéis, y que posiblemente no lleguéis a conocer.
Nada mas sencillo, para que sepáis lo que os perdéis, porque son una gente increíble (igual que vosotros), y quería presentároslos.
Hala, ya esta dicho. (Ya os llegara vuestro turno, tenedlo por seguro).

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Tosko (no verificado)

Hace 19 años 4 meses

Angel es un caso perdido :) y además es un cabezón en ambos sentidos.
Puede que los mejores momentos que he pasado en una orquesta hayan sido con él, Paco y el Pitufo. Puede no, lo han sido.