Saludos cordiales.
Es posible que os preguntéis: ¿De que va a hablarnos este tío hoy?, o quizás no os lo preguntéis (tengo que dejar de utilizar tan a menudo esta expresión).
¿Nos hablará de Terminador 2?
Pues no, nada tienen que ver estas siglas con la película del Chuache, ni con el cine. El “-“ que ahí aparece no es un “guión”, sino que es un “menos”. Así que tenemos T “menos” 2. O lo que es lo mismo, faltan dos (loquesea) para la hora “T”.
Tras este alarde de vacua verborrea, comienzan las aclaraciones.
A la primera pregunta ¿A que unidad de tiempo se refiere esa cifra de “dos”? la respuesta es: Semanas.
A la segunda pregunta ¿A que hace referencia la hora “T”?. Pues la hora “T” hace referencia a un magno evento culinario. Un evento de tan hondo calado social, y colosales dimensiones que ha trascendido mas allá de las fronteras de nuestra amada Pamplona y es conocido por doquier. Mas allá de las fronteras dimensionales, mas allá del limbo, del purgatorio, o de las puertas de cielo e infierno, comienza a escucharse el alboroto. Los ángeles hacen turnos extra en las puertas del cielo (esas que solo son de una dirección, salvo en los comics) para tratar de contener la marabunta de gente que pretende abandonar su compañía.
¿No sabéis que es la hora “T”?; descuidad, que a continuación paso a desterrar esa terrible incógnita que, a buen seguro, está atenazando vuestros corazones y mentes.
Pues la hora “T” es una venerable tradición aquí, en Pamplona. Pamplona, el lugar en el que cuando algo se hace dos veces, pasa a ser costumbre, y cuando se ha hecho tres, pasa a ser tradición (quizás sea este baremo por el cual la practica del sexo en Pamplona no sea considerado ni siquiera una costumbre. Pero eso dará, o no, para otra columna de vuestro amigo Mojigator aquí presente). Pero me estoy desviando del tema, y ya veo la presión en vuestras sienes, y la tensión pugnando por apoderarse de vuestra maltrecha salud.
¿Qué es la hora “T”?
¿Cómo explicar con simples palabras tan insigne acontecimiento?
Es posible que os preguntéis: ¿De que va a hablarnos este tío hoy?, o quizás no os lo preguntéis (tengo que dejar de utilizar tan a menudo esta expresión).
¿Nos hablará de Terminador 2?
Pues no, nada tienen que ver estas siglas con la película del Chuache, ni con el cine. El “-“ que ahí aparece no es un “guión”, sino que es un “menos”. Así que tenemos T “menos” 2. O lo que es lo mismo, faltan dos (loquesea) para la hora “T”.
Tras este alarde de vacua verborrea, comienzan las aclaraciones.
A la primera pregunta ¿A que unidad de tiempo se refiere esa cifra de “dos”? la respuesta es: Semanas.
A la segunda pregunta ¿A que hace referencia la hora “T”?. Pues la hora “T” hace referencia a un magno evento culinario. Un evento de tan hondo calado social, y colosales dimensiones que ha trascendido mas allá de las fronteras de nuestra amada Pamplona y es conocido por doquier. Mas allá de las fronteras dimensionales, mas allá del limbo, del purgatorio, o de las puertas de cielo e infierno, comienza a escucharse el alboroto. Los ángeles hacen turnos extra en las puertas del cielo (esas que solo son de una dirección, salvo en los comics) para tratar de contener la marabunta de gente que pretende abandonar su compañía.
¿No sabéis que es la hora “T”?; descuidad, que a continuación paso a desterrar esa terrible incógnita que, a buen seguro, está atenazando vuestros corazones y mentes.
Pues la hora “T” es una venerable tradición aquí, en Pamplona. Pamplona, el lugar en el que cuando algo se hace dos veces, pasa a ser costumbre, y cuando se ha hecho tres, pasa a ser tradición (quizás sea este baremo por el cual la practica del sexo en Pamplona no sea considerado ni siquiera una costumbre. Pero eso dará, o no, para otra columna de vuestro amigo Mojigator aquí presente). Pero me estoy desviando del tema, y ya veo la presión en vuestras sienes, y la tensión pugnando por apoderarse de vuestra maltrecha salud.
¿Qué es la hora “T”?
¿Cómo explicar con simples palabras tan insigne acontecimiento?
La hora “T” es…
La cena de tortitas mejicanas caducadas de mi casa, por supuesto.
Ayer mire en el armario, y quedan dos semanas para que caduquen: 07/05/05, enmarcad esta fecha en vuestros calendarios, pues no se volverá a repetir (a no ser comience un nuevo calendario tras el apocalipsis).
¿Es acaso esta una fecha con un profundo significado místico?. ¿Han querido los hados que coincidiese este evento con otro de los mas trascendentales momentos de la historia: Una partida de Daegon?.
Los eruditos, historiadores, y catastrofistas tendrán trabajo para eones tratando de dilucidar las fuerzas ocultas tras la conjunción de tan magnos eventos en una fecha irrepetible.
¡Ya habré vuelto!
Que suerte tengo, si es que... :E