Por Javier Albizu, 28 Noviembre, 2021
Como ha podido deducir el sagaz lector a partir de los datos de la anterior entrada, tengo una cierta filia por los tebeos desde siempre.
Sí. Me sigo refiriéndome a ellos como “tebeos” en la intimidad.
No. La batalla semántica1 que se ha ido construyendo alrededor de esta palabra no podría importarme menos.
Por Javier Albizu, 21 Noviembre, 2021
¿Quiénes somos?
¿De dónde venimos?

O lo que es lo mismo ¿Por dónde empezar?
Empezaremos por… antes del principio. Por el tiempo antes del tiempo. Al menos antes de “mí” tiempo. Porque no todas las historias que nos impactan son propias, contemporáneas a nuestras existencias. No todas son “reales” ni todas ellas son “ficticias”. No todos los autores sobre cuyo legado construimos el nuestro han vivido lo mismo que nosotros.

Por Javier Albizu, 14 Noviembre, 2021
Escribir o no escribir, esa no es la cuestión sino una actividad. Una labor en ocasiones desagradable. Una llena de sinsabores. Frustrante como pocas. Reiterativa y recursiva como ninguna otra. El hecho de que nos encontremos en la tercera iteración de esta biografía no deja de ser una prueba fehaciente de ello.

El “quid” tampoco está en narrar o dejar de hacerlo. Se trata más de un requerimiento. De un obstáculo a superar. De una obligación si lo que buscamos es la interacción.

Por Javier Albizu, 7 Noviembre, 2021
Y, ahora sí, ponemos punto-y-final-pero-no a esta Biografía Daegonita. Llegamos hasta el momento en el que sus fechas se enlazan con las de “Daegon y el proceso de escritura”1. Con lo-mismo-pero-no que comencé tiempo ha.

Y digo “enlaza” y no “continúa” porque dos de los textos que aparecen en esa serie de entradas forman parte de ese bloque de disertaciones / lamentaciones / disgresiones:

2014-11-25 01:11 - De proyectos, monstruos, retos y números
2015-12-09 19:44 - Daegon 25 años después

Por Javier Albizu, 31 Octubre, 2021
Retomando el ritmo ascendente con el que terminaba el año anterior, el dos mil trece sirvió para confirmar la tendencia “alcista” en lo concerniente a Daegon… y terminar con un nuevo declive.

Veo que durante aquel año creé nueve documentos nuevos. A su vez, a lo largo de aquellas fechas también se produjo la última modificación de otros seis documentos (aunque no todos habían sido iniciados aquel año).
Todo esto me llevaba a publicar / modificaba en la web de Daegon diecinueve entradas (aunque algunas de ellas eran meramente “organizativas”):

Por Javier Albizu, 23 Octubre, 2021
Dos mil once arrancaba conmigo negando la realidad (o incapaz de verla, percibirla, entenderla o aceptarla en condiciones).

Veo que, ante el retraso en la actualizaciones en el blog beta, escribía esto en Facebook algo que en aquellos momentos creía cierto:

Lunes, 31 de enero de 2011 a las 23:25 UTC+01
Seguro que pensábais que esto estaba muerto. Pues no, aún voy a seguir dándoos el coñazo bastante tiempo con Daegon (aunque menos a menudo de lo que me gustaría)

Por Javier Albizu, 16 Octubre, 2021
Cuando pasamos el ecuador de dos mil diez las cosas empiezan a ralentizarse. Durante la segunda mitad del año el ritmo comenzaba a ir a menos. Cuanto más me alejaba de la “historia pura”, menor era mi producción.
Está visto que hay cosas que no cambian con el tiempo.
Por Javier Albizu, 9 Octubre, 2021
Cuando parecía que el trascurrir de los años iba a ser más rápido, llegamos hasta la entrada número cien de esta bio, alcanzamos el año dos mil diez.

Si me hubiesen pedido que apostase durante cuánto tiempo podría llegar a alargarse esto cuando empecé a escribirlo, sin duda habría perdido aquella apuesta por mucho. Sin lugar a dudas, el número elegido habría sido mucho más bajo.

En fin. 2010. Odisea 2.

Aunque… primero un par de notas de nuestros patrocinadores.

Por Javier Albizu, 3 Octubre, 2021
Por lo que estoy viendo, los tres años1 que siguieron a la bajona no fueron especialmente productivos en lo que respeta a Daegon. Aun así, esto no quiere decir que no se produjese ninguna mejoría en mi estado anímico durante todo aquel tiempo.
Por Javier Albizu, 22 Septiembre, 2021
La cabeza es una máquina curiosa. Un aparato incapaz de conectar dos puntos cuando estás situado entre ellos.

Me explico.

El veinticinco de julio de dos mil séis publicaba en el blog la entrada “Se acabó”1. Una columna en la que ponía fin a la primera a la primera etapa de aquella bitácora. En ella aducía una serie de razones que eran ciertas.
Y esto es así. No me cabe duda de ello.

La cosa es que eran ciertas, pero…