Alsasua III (La venganza continua)

Los hechos aquí narrados, continúan correspondiéndose a fechas situadas entre los años 1973 y 1981.
Tras las alegrías ayer despertadas, trataremos de ser un poco mas “alegres” hoy.

Mas recuerdos que dejan huella.
Una imagen que me sorprende de mi mismo, es en la que me encuentro a mi mismo en el armario de los abrigos de la clase de preescolar de mi hermano Aitor. ¿Que hacia yo ahí?. Ni idea. ¿Había hecho “borota”?, pues igual. Creo que todavía debía ir a “las monjas”, y debe ser la cosas mas “arriesgada” que he hecho en la vida. Desde luego estoy hecho todo un aventurero.
Otro de esos recuerdos que “marcan”, es el de un día en el que estábamos jugado a fútbol dentro de la tienda. Yo jugaba de portero, y la portería era básicamente el hueco que dejaban dos estanterías que flanqueaban la puerta principal.
Yo hacia de portero y, en una de mis estiradas para evitar un gol, no tuve mejor idea que clavarme la esquina de una de las estanterías (que eran metálicas) en mi ceja izquierda, con el consiguiente borbotón de sangre, y posterior viaje hasta la casa de curas de Alsasua, a la cual me llevo Javier Herrera (en aquel entonces representante de una casa de discos, posteriormente vendedor en Musical Tomas, y mas adelante co-fundador de Tam Tam). Supongo que lo mas dañado allí debió ser mi “vena” futbolística (ya se que es un chiste muy malo, pero son las dos y cuarto de la mañana)

¿Mis problemas con las mujeres?
Pues lo cierto es que recuerdo que tenía dos amigas en Alsasua pero, nuevamente es solo eso, tengo el recuerdo, ni nombres ni rostros ni momentos concretos. Lo único que conservo es una imagen difusa de los tres caminando hacia el colegio.

A quien si que recuerdo (es mas, es al único amigo de Alsasua al que recuerdo) es a Rafa Merchan (conocido como “Rafita” ya que su padre se llamaba igual). Me vienen a la memoria momentos frikis. Jugando a los “crossovers” (aunque entonces no sabíamos que era eso), mezclando a personajes de las películas de robotijos que habíamos visto, unas veces el era Grendizer, y yo Ultraman, otras el era Groizer, y yo el Getter Robot. Oh si, niños y niñas, ya en mi mas tierna juventud era un friki.
Mazinger Z, clásico entre los clásicos, había calado hondo en mi, y mi devoción con el no haría sino crecer al ver en el cine el “largometraje” (que no era sino la unión chapucera que habían hecho aquí de tres películas cortas japonesas). El frikismo no haría sino crecer, mientras era alimentado por otras joyas como Waldo y Kitty, Comando G o las peliculas de dibujos de Mortadelo y Filemon (no se cuantas veces llegue a ver “El armario del tiempo”) e italianadas como las películas de Bud Spencer y Terence Hill, o “Las amazonas contra los supermanes”, película con todo seguridad infame, y que internet se niega a permitirme volver a ver.
Recuerdo la primera vez que leí un comic de los 4 fantásticos, un libreto en tapa dura en el que se narraba el nacimiento de Franklin Richards, y el primero comic de los vengadores que cayó en mis manos, aquel en el que salia el rojo ronin.

Recibid mis mas cordiales y frikis saludos, Y si, no lo dudéis. Mañana seguiremos con Alsasua.

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Macavity (no verificado)

Hace 20 años

hey, ho, lets go!

Tosko (no verificado)

Hace 20 años

Las amazonas contra los supermanes... que sabio es Internet.