De nuevo en la brecha

Esto de la motivación y la confianza en uno mismo es como la bolsa. Tan pronto está en alza y parece el valor más seguro del mundo, como se va al traste sin razón aparente y te vuelves a quedar a dos velas.

La cosa es que, sí, he vuelto (vuelto a otro de mis eternos proyectos postergados) Y es que yo no aprendo.
Después de ser ignorado de una manera arrolladora por todas aquellas editoriales a las que mandé los relatos de ci-fi, después de no saber nada del concurso a los que mandé mi último relato. Vamos, después de que el universo ajeno a mi entorno más cercan me diga con claridad meridiana “No, no queremos saber nada de tus escritos”, voy y vuelto a retomar el proyecto primigenio y eternamente postergado:
¡¡¡LA CONQUISTA DEL UNIVERSO!!!
Bueno, igual ese lo sigo postergando un poco más.
Así que sólo queda:
“La” novela (Sí, “esa” la de Daegon)
Vamos, que no aprendo, o que no acepto como correcta la lección que se me está tratando de enseñar.
¿Negación?
¿Incapacidad para aceptar las indirectas?
¿Intento de alterar la realidad consensuada?
¿Cabezonería?
¿Estupidez?
¿A quien le importa? (bueno, a mí sí, así que si alguien me lo puede decir se lo agradecería)
Por supuesto, ahora es cuando viene la exposición de “el plan” (porque, claro, debería tener un plan… Sí, otro más)
Pues no. No hay plan que valga, así que, parece ser, que tenemos el plan de siempre (dado que todos los anteriores no llegaron a cuajar)
Si que hay algo parecido a un esquema un “plan maestros” (para la dominación mundial y todas esas cosas) He empezado por hacer una listado cronológico de personajes implicados a lo largo de las épocas y luego tocará el presentarlos a todos y cada uno de ellos antes de centrarme en la historia principal. Vamos, lo que comencé a hacer con la novela, pero con mucho más espacio dedicado a cada uno de ellos, sus razones, reacciones y consecuencias.
Resumiendo: Empezar por el principio, y luego seguir para adelante, en lugar de empezar casi por el final y tratar de explicar por ahí en medio todo lo que ha sucedido antes que me obligaba a conversaciones forzadas y que parecían más discursos educativos que diálogos.
Así que toca rescribirlo todo. Volver a contar los relatos que ya he escrito desde otro punto de vista, tratar de insertar en ellos la información de la trama global de una manera dosificada y que no entorpezca la narración de cada historia concreta.
Nada, que vuelvo a estar como al principio, sólo que con un poco más de experiencia en esto de juntar letras y con mucho aún por aprender e ir corrigiendo.
Puestos a hacer propósitos, a ver si antes de fin de años he conseguido escribir al menos un par de relatos, y he delimitado cuantos serán antes de meterme con la resolución.
Así a bote pronto, calculo cosa de cien o más relatos antes de ese punto. Vamos, que si llego a ese punto antes de los cuarenta me puedo dar por contento.

Siempre y cuando los valores de mis acciones en confianza y ánimo no se vuelvan a desplomar. Desde luego tengo tiempo más de que de sobra como para cambiar mis planes (o falta de ellos) un montón de veces.

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Tosko (no verificado)

Hace 16 años 10 meses

Medrando, medrando, al final llegaremos a algo :D