Por Javier Albizu, 15 Octubre, 2010
Siguiendo con la tradición que he establecido al hablar de estos “Mundos improbables”, vamos a hablar de otro de esos mundos que tanto me gustan, y que tantas vueltas ha dado a lo largo de su larga y complicada vida editorial.
A parte de eso, por supuesto, también hablaremos de Terry Kevin Amthor.
¿Que quién es este tío?
Pues el papaito del mundo (que no juego) que da título a esta entrada.
Por Javier Albizu, 6 Octubre, 2010
Día: El último.
Hora: En la que todo esta cerrado.
Lugar: Mundo “real”

Nada. No podía dejar de pensar en aquella mujer.
La pequeña distracción que habían supuesto las imágenes que había visto en la tele apenas habían logrado mantener su atención durante un par de horas, antes de que su cabeza volviese de manera continua y exclusiva al monotema del día.
Lo había probado todo: Leer, navegar por internet, ver alguna película, incluso... ¡LIMPIAR! Pero nada resultaba.

Como colofón a las entradas que he dedicado a Jorune, voy a hacer un pequeño cambio de enfoque y dedicar esta última entrada a uno de sus autores, en lugar de hacerlo al juego en sí (y no tiene nada que ver que el germen de este artículo se haya estado en mi disco duro durante los últimos cuatro años)
Así que vamos a ello. Con todos vosotros, el único e inigualable Miles Teves.

Supongo que el nombre de este tipo no os sonara de nada (más allá de que lo mencionase hace unas cuantas entradas)

Hace un par de semanas se celebro la Navarparty. Amparada bajo su protector abrazo y coincidiendo (bueno, más que coincidiendo, pegado cual vil sanguijuela) con la octava edición de tan magno evento, ahí estaba yo. Cargado con mis cacharros viejunos me afiancé en el espacio que me habían cedido y monté por segundo año consecutivo la sección retro. Ergo, la RetroNavar había vuelto.
Y hubo gran regocijo.
Bueno, al menos lo pasamos bien.
Por Javier Albizu, 1 Octubre, 2010
Y llegamos al año del Apocalipsis. Cuando el gran mal largo tiempo aprisionado sería desencadenado sobre la humanidad. Año de rimas, año de cambios.
Llegó el noventa y cinco y con él, la siguiente evolución del sistema de las ventanitas. Plug & Play, decían. Pincha y juega. Conecta y trabaja. Señora, se terminó el poner interruptores a mano en las tarjetas de ampliación. Bill nos iluminaba con su nueva obra (y la de sus ingenieros)
Su evangelio decía: El configurar se va a acabar.
Por Javier Albizu, 22 Septiembre, 2010
Día: Del fin del mundo.
Hora: La de la siesta.
Lugar: Mundo “real”

- Vale, nos vas a ayudar... – Javi miró su muñeca para ver la hora. La aparición de Deux Ex había sido muy dramática pero, cuando se trataba de él, había aprendido a mantener un tono escéptico ante lo que pudiera decirle – ¿Y cuanto vas a tardar en desaparecer otra vez? – No tenía reloj, pero aquello era más un acto simbólico que otra cosa.
- Dame un voto de confianza. Mis idas y venidas tampoco son cosa mía.
- Pues vaya Deux Ex de los cojones.

Por Javier Albizu, 15 Septiembre, 2010
Llegamos a finales del noventa y cuatro. Para ser más exactos, trece de noviembre de ese año. Debían de ser algo así como las tres y pico de la tarde y yo estaba en el autobús de vuelta a Pamplona.
¿De donde volvía?
De Barcelona. De las primeras GenCon que se celebraron allí (y las primeras jornadas roleras a las que iba en mi vida) Pero bueno, de eso igual os hablo mejor otro día, porque también fueron moviditas y tampoco me quiero meter en más berenjenales temáticos.
Por Javier Albizu, 8 Septiembre, 2010
Vale, resumiendo:
Eelshon She-evidResulta que estamos perdidos en un mundo-que-no-hemos-creado. Asediados (bueno, con el paso del tiempo, igual un poco menos) y hemos tenido que renunciar a nuestra tecnología (o la de nuestros padres)
Cuando parece que la cosa remonta, y que vamos a tener algo que echarnos al buche, nos llega una plaga que nos deja para el arrastre.
¿Que hacemos? (no, no es una pregunta trampa)
Por Javier Albizu, 31 Agosto, 2010
Día: Mismo lunes (distinta sensación)
Hora: La de comer.
Lugar: Mundo “real”

- Irrelevante – su cabeza no dejaba de repetírselo.
Javi llegó a casa, pero su cabeza seguía por ahí atrás. Para ser más exactos, en un semáforo a unas cuantas calles de distancia. Ni siquiera una invasión alienígena lograba que aquella mujer se le fuese de la cabeza.

Por Javier Albizu, 25 Agosto, 2010
Que no. Que soy un chico muy sano y no he fumado nada raro. Lo que pasa es que el evento que estoy a punto de narraros bien merece un título en consonancia, así que permaneced atentos.

Como os contaba hace unas entradas, un nuevo artefacto, cuyo poder sólo era superado por su arcano misterio, había llegado hasta mis dominios (bueno, en realidad los de mi hermano mayor)
¿Un transfuncionador del continuo? Os preguntaréis ¿Un nulificador supremo? Murmuraréis aterrados.
Pues no. Nada tan banal.