Por Javier Albizu, 23 Agosto, 2010
Habíamos dejado a la humanidad haciendo amigos en lo que iba a ser su nuevo hogar.
Después de la “justa represalia”, los colonos se darían cuenta de un pequeño, pequeñísimo, ínfimo, apenas perceptible problema: Eran cuatro gatos y, caso de una guerra, no tenían nada que hacer.
Así que no tendrían otra idea más brillante que la de prepararse para una posible guerra, que comenzar a desarrollar armas bacteriológicas. Ahí, con un par.
Por Javier Albizu, 21 Agosto, 2010
Día: Siguiente Lunes (pero del esos malos, malos)
Hora: Las ha habido mejores.
Lugar: Mundo “real”

- Vale, entonces... ¿el plan, es...? – Javi trataba de aclararse hablando en voz alta, mientras esperaba que alguno de sus “aliados” sugiriese algo – Por favor, no digáis “dominar el mundo”
En aquel nuevo mundo, y rodeados por las hordas cuasi comatosas de los devoradores de alcohol, nuestros tres héroes estaban desorientados y perdidos. Muy perdidos.

Por Javier Albizu, 11 Agosto, 2010
Pues sí, maldito gorila.
¿A que gorila me refiero?
Al de Nintendo. Al puñetero Donkey Kong, que me hizo reincidir. Que me haría tropezar otra vez con la piedra de costumbre.
Vamos, que después de ver los anuncios del Donkey Kong Country en la tele (a todo esto, juegazo), aquellas mismas navidades me compraría una Super Nintendo.
Por Javier Albizu, 10 Agosto, 2010
Mapa de Jorune

El planeta llamado Jorune fue colonizado por el hombre hace cosa de tres mil quinientos años, pero su historia comenzaría mucho antes. Es más, la línea temporal detallada en la tercera edición comienza en el año tres mil cien BC (antes de la colonización)
Tampoco es que el mundo comenzase en ese momento, pero la cosa comienza tal que así:

Por Javier Albizu, 5 Agosto, 2010
Día: Siguiente (por fin)
Hora: De las mejores del día
Lugar: Mundo “real”

El lunes no había estado mal. La verdad es que no había estado nada mal.
Bueno, para ser sinceros el comienzo de la mañana había sido un tanto extraño. Por un lado, Sandra no había aparecido por el trabajo. Lo cual tenía su lado bueno, y su lado malo.
Por el lado malo, estaba el sentimiento de culpa ante la posibilidad de que la enfermedad que aducía como razón para no ir fuese mentira, y que la auténtica razón fuese que no quería verle a él.

Por Javier Albizu, 3 Agosto, 2010
Era joven e inexperto y el tipo era un conocido de mi padre (empezando así, esto parece el comienzo de un relato de relaciones poco adecuadas, pero tranquilos, mis traumas nada tienen que ver con cosas de esas)
El tiempo pasaba, y la familia de ordenadores que tenía a mi disposición iba ampliándose y mutando.
El tres ocho seis del trabajo digievolucionaría a pseudo pentium a setenta y cinco megahercios, y digo pseudo, porque me timaron (a cuento de esto venía el párrafo de introducción)
Por Javier Albizu, 28 Julio, 2010
Jorune, Jorune, Jorune. Me encanta Jorune. Tanto es así que ya escribiría una entrada sobre él antes de que en este blog se hablase de esas cosas. Por desgracia, y como suele suceder con los juegos que más me gustan, y volviéndonos un tanto vulgares, no se ha comido nunca un torrado comercialmente. Y mira que lo tiene todo, ciencia ficción, fantasía, pulp. Conceptos propios y heredados. Originalidad y clasicismo. Pero nada, que no hay manera.
Ya hemos llegado.
¿Que a donde?
¿Donde va a ser? A donde quería llegar, que tampoco es muy lejos, pero es un lugar tan bueno como cualquier otro para un pequeño salto.
A ver, dejar que me explique.

Como sabéis (o deberíais saber) de manera simultánea a este blog estoy escribiendo otro en el que voy reescribiendo el trasfondo de mi proyecto eterno: Daegon.

Por Javier Albizu, 21 Julio, 2010
Día: El de siempre.
Hora: Más o menos...
Lugar: Mundo “real”

- Ya estamos aquí, ya hemos llegado ¿Que me podéis contar?
- Poca cosa. Mucho me temo que más o menos estamos como tú. Aunque esperaba estar equivocado y que nos trajeses noticias – primera decepción del nuevo mundo: Tipo listo no hacía honor a su nombre.
- Pues estamos buenos. Supongo que aquí, el amigo Akhenatón tampoco tendrá mucho que agregar.
-

Por Javier Albizu, 13 Julio, 2010
Se dice que la cabra tira para el monte y, cabezón cual macho cabrío que es uno, de vez en cuanto trataba de regresar a los elevados picos que mi añoranza de los tiempos (más) mozos se empeñaba en recordaba como Nirvanas lúdicos.

Con el tema del software “laboral” solucionado (no había mucho entre lo que elegir, y sólo era cuestión de pedirlo a los distribuidores) y en el aspecto de los programas “creativos” solventado a su vez gracias a (ejem) otros “canales de distribución” que consistían básicamente en “donaciones” de amigos y conocidos