Pamplona, mil novecientos ochenta y siete. Tengo catorce años y llevo varios meses en cama con reuma. Literalmente, no puedo doblarme. Tenía pánico a la oscuridad, y dormía solo en una habitación. Una habitación de la que no podía moverme en una casa en la que gran parte del tiempo no había nadie. Pero lo peor no era aquello, sino que se gestaba en mi interior. Por mi cabeza se dejaba notar constantemente una duda: ¿Volveré a levantarme algún día?
Sí, tengo un plan (aparte del de dominar el universo, que como se ese está alargando un poco, me he tenido que buscar otras cosas que hacer mientras tanto)
Este sábado me reuní con el amigo Multimaniaco en una de sus visitas a la tierra que le hospedase durante tanto tiempo. Como no podía ser de otra manera (para dos nostalgiadores natos como nosotros) en una conversación de bar a las tantas de la mañana (bueno, tampoco eran las tantas de verdad, pero se acercaban.
Como ya os he comentado, lo que voy a contar en esta serie de entradas no deja de ser una excusa para dar coherencia y “sentido” (como un Geoff Johns cualquiera) a la posibilidad de que los mundos de los que he ido hablando formen parte de un “universo cohesionado”. Para ello, obviamente tendremos que forzar un poco nuestra credulidad, jugar otro tanto con las fechas que se nos muestran en sus distintas cronologías y... bueno, y quedaros con lo que os gusta modificándolo como mejor os parezca.
Por Javier Albizu, 30 Diciembre, 2010
Vale, lo habíamos dejado con el contexto más o menos explicado, así que, con esto (espero que) claro, ahora toca meternos un poco más en profundidad.
Primero lo primero. No. No tengo voces contestonas en mi cabeza.

Opciones aceptadas, descartada y dudadas.

Por Javier Albizu, 28 Diciembre, 2010
En la zona templada o “media” del noventa y siete, encontramos la evolución de las máquinas. Una evolución que no sólo se produciría en el ámbito físico (que también) sino que, al mismo tiempo, se nos vendría encima en el terreno binario con una nueva versión del sistema operativo.
No. No salió ningún versión del sistema de Microsoft llamado ventanas noventa y siete, lo que sí que había salido el año anterior era la versión “OSR2” del noventa y cinco.
Corría el año noventa y seis cuando vi las primeras imágenes de aquel juego y debo admitir que la cosa prometía bastante.
Por Javier Albizu, 22 Diciembre, 2010
Aquellos que dicen saber de esto dicen que, una vez llega el texto al público, queda en manos de éste la interpretación de lo que se quiere decir. Que, tras llegar al lector, las palabras dejan de ser suyas y cada uno debe darles su propio significado.
Yo, como soy un bárbaro iletrado, prefiero dejar las cosas bien claritas.
Nota para despistados: Como supongo que habrá quedado claro, estos relatos iban sobre mí.

Comenzando por todos los principios.

Por Javier Albizu, 16 Diciembre, 2010
Las cifras bailas y los números se vuelven confusos en mi mente. Es lo que tiene esto de la (falta de) memoria cronológica (y de dejar la documentación en profundidad para última hora, pero es lo que hay)
El noventa y seis fue un año movido y, podríamos decir que, sería un momento (largo, pero momento al fin y al cabo) definitorio en la implantación y consolidación de la innovación tecnológica (llamémoslo Interneeeee) en mi entorno más inmediato.