Somos esclavos.
Vale, sí. Eso ya lo decía hace unas semanas. Pero no sólo somos esclavos de nuestros sentidos, también somos esclavos de otra multitud de factores y elementos. Vivimos condicionados por ellos.
¿Quienes son “ellos”?
¿Malvados alienígenas?
¿Las hordas de Belcebú tratando de tentar nuestras pobres corruptibles almas?
¿Los avatares del destino tratando de conducir nuestros pasos hacia nuestro inevitable final?
Pues no.
Es todo eso, y aún más (lo que pasa es que se disfrazan muy bien)
Es…
Tachaaaaan
Vale, sí. Eso ya lo decía hace unas semanas. Pero no sólo somos esclavos de nuestros sentidos, también somos esclavos de otra multitud de factores y elementos. Vivimos condicionados por ellos.
¿Quienes son “ellos”?
¿Malvados alienígenas?
¿Las hordas de Belcebú tratando de tentar nuestras pobres corruptibles almas?
¿Los avatares del destino tratando de conducir nuestros pasos hacia nuestro inevitable final?
Pues no.
Es todo eso, y aún más (lo que pasa es que se disfrazan muy bien)
Es…
Tachaaaaan