A mí la parte histórico / arqueológica de los mundos de ficción siempre me ha resultado muy interesante.
Al final son capas que se solapan y de las que se pueden sacar historias más adelante.
Yo diría que mundos como Tékumel serían el sueño húmedo de gente como Indiana Jones :)
Eso sí, te reconozco que la morterada de nombres se hace un tanto dura de tragar para alguien que no esté muy a tope con este mundo, y que la redacción es muy mejorable.
La parte de final es bastante más amena.