Hay que admitir que la excusa metafísica del juego es audaz y, hasta cierto punto, me recuerda a los Señores Oscuros de Ravenloft, que pueden controlar su dominio para que se amolde a sus deseos. Con la diferencia de que en Ravenloft los dominios son mucho más pequeños y también son prisiones para los Señores Oscuros.
Pero sí, hay que admitirlo, Torg tiene bastante audacia al ampliar el concepto, hacer que afecte a una región muuucho más grande y decir que es que la realidad misma funciona distinta en esos lugares. Me mola la idea pero yo no tenía dinero para comprar tantos suplemento en esos momentos. Admito también que me abrumó que hubiera tantos libros disponibles, porque pensaba que debía tenerlos todos para disfrutar del juego. Bueno, oportunidad perdida.