Empire City 1931

Por Javier Albizu, 12 Noviembre, 2012
Apenas queda tiempo.
No deben notar que faltas. Si llegan a ser conscientes de ello, las consecuencias serían catastróficas. Pero no importa, tienes que hacerlo de todas formas.
Atraviesas la carretera esquivando a los coches, no hay tiempo de esperar a que dejen de llegar, y entras en el bar.
Todos se giran hacia ti al entrar, pero los ignoras. Probablemente, en otro momento te preguntarías que hacen aquellos tipos en ese lugar. No son horas para estar en un bar, peor te da igual, tienes una misión. La estancia es sórdida y el humo lo impregna todo. Eso no va a facilitarte las cosas.
El camarero te ignora. Es consciente de que la cosa no va con él.
Palpas tu cuerpo buscando algo que ya llevabas en la mano. Los nervios te han traicionado y eso puede costarte caro. Entonces lo ves. Tomar el control puede salirte caro, pero es un riesgo que estás dispuesto a tomar.
¡Qué demonios! Es un precio que estás deseoso de pagar.
El primero de ellos comienza a saca su arma pero no le das tiempo a que termine de hacerlo. Para cuando te quieres dar cuenta, tienes otro a tu derecha. Creía que ese coche le iba a esconder. Es un error que no volverá a repetir. Su último error.
Uno de ellos parece que quiere huir pero sólo es una estratagema para distraerte. Ruedas por el suelo mientras te dispara y esperas a detenerte para disparar. Sólo te quedan tres balas en la recámara y una recarga. No te puedes permitir los errores.

Algo te golpea en el hombro.
El dolor te recuerda lo estúpido que has sido por pararte a pensar y darles un blanco fácil. Comienzas a sangrar por la herida, pero la adrenalina te mantiene activo. No sabes cuanto tiempo te queda antes de volverte lento y torpe.
¡No pienses, actúa!
Escuchas el “click” de otro percutor. ¿Donde está ese tipo?
Te mueves y tienes suerte, ha fallado, pero sigues sin saber donde está. El sonido del disparo parecía venir de arriba. Sigues moviéndote y ves el fogonazo salir de una ventana. Disparas como acto reflejo y fallas. Necesitas una cobertura antes de volver a disparar.
¡Joder! A la mierda.
Te levantas y disparas de nuevo... ¿Le has dado?
No se ve reacción. Sería tu día de suerte de no ser por el dolor punzante en el hombro.
Sigue moviéndote, no les...
Escuchas el grito de la chica y te vuelves. El muy... la está usando como escudo y a ti te queda una bala en la recámara. Ella se mueve un poco y te deja un blanco probable. Agradeces el favor como buen caballero.
De normal, recargar mientras te mueves es complicado, si la visión se te empieza a volver borrosa por el dolor y el puñetero humo, aún más,pero no encuentras una maldita cobertura. Habrá que hacerlo a las bravas.

Te han dado de nuevo. Por favor, que “hacerlo a las bravas” no sea tu último pensamiento. Te vuelves y lo tienes frente a ti. El tiro de gracia es en las tripas. De la visión borrosa pasas a no ver nada. Se acabó. Si sólo...
En el exterior suena una sirena. No es la policía, no son refuerzos.

Es mil novecientos ochenta y siete. Tienes catorce años y te has escaqueado durante el recreo para echar una partida a la mejor máquina del mundo, pero eso a tus profes les va a dar igual y a tus padres sí que les va a importar mucho cuando les digan que has faltado a clase.
La sirena es la tu colegio y tienes que volver antes de que cierren la puerta del patio. Sales corriendo y, esta vez, los parroquianos ni se inmutan, mientras el camarero te mira y esboza una leve sonrisa. No sabes si le has caído en gracia, o si se está descojonando internamente por la bronca que te va a caer. De cualquier manera, sabe que volverás al salir de clase. Tiene razón
Ya no te queda dinero, pero irás a echar un vistazo a los chavales mayores que juegan mejor que tú. Quieres saber como termina la historia.

Igual algún día lo sacan para tu querido Commodore, y no tienes que dejarte los cuartos en el bar. Los vicios son cosas caras, y también tienes que comprar tebeos con la paga. Por suerte, aún no conoces los juegos de rol y no te dejas el dinero en ellos. El año que viene los conocerás y la cosa se complicará aún más.

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