Palabras desde otro mundo

A algunos os sonará el nombre. A otros os sonara a chino y a muchos otros os importará más bien poco tirando hacia nada. Pero seguro que habéis visto más de una de sus creaciones.
No es que sea un gran dibujante, ni que como guionista no deje de sorprenderte. Pero sí que es un tío muy listo, y en esto de sacar cuartos a los frikis nos tiene pillada la medida.
¿Que es lo importante de una historia?
¿Que sea divertida?
¿Que sea “bonita”?
¿Que sea espectacular?

Pues no. Lo importante no es la historia. Lo importante es cómo te la cuentan. Que el guionista, director, narrador o cuentacuentos tenga claro que es lo que quiere contar, y sea capaz de transmitir esa “visión”.

El ser humano, por definición (o al menos según la mía), es un ente contradictorio (al menos yo lo soy).
Necesita de leyes, pero luego las ignora cuando le apetece. Necesita de un orden establecido… al que luego criticar y/o/u oponerse.
Necesita que sea “otro” quien haga las cosas, pero si no las hace a “su” manera, entonces están mal hechas.
Bueno, estoy hablando de mí, pero supongo que alguno que otro se verá identificado con estas afirmaciones. Pero bueno, hoy no voy a hablar de política ni cosas trascendentes.
¿De que voy a hablar?
Decir que la música me gusta sería un perogrullo de lo más inútil y vacío. Pero bueno, la música me gusta.
¿Me gusta toda la música?
Me gusta todo tipo de música (aunque, por supuesto, tengo mis géneros predilectos) y trato de no dejarme llevar por prejuicios estilísticos, estéticos o escénicos (tanto en sentido positivo como en negativo).
Remo: Desarmado y peligrosoJohn Rambo era capaz de comer cosas que harían vomitar a las cabras. El amigo Chuck había rescatado a sus colegas de las manos del enemigo amarillo, y libraba a los buenos ciudadanos estadounidenses de los pérfidos invasores rusos y a base de patadas giratorias en la boca y bazokazos, se había impuesto sobre el código de silencio. Chuache le había mentido a un tipo al decirle que a él le mataría el último.
Estaba yo viendo un capitulo de House este domingo, cuando salía una clase (de un colegio) en la que una de las estudiantes estaba tranquilamente con su movil.
La cosa es que me chocó. Por supuesto, aquello “en mis tiempos” era impensable (bueno, lo podías pensar pero no realizarlo), pero supongo que ahora será la tortura constante de los profesores.
Oye, me mola esto de poner puntos suspensivos para ahorrarme el completar el título (algún día de estos tendré que ponerlo con una continuación mas complicada).
Soy un nostálgico. Nunca lo he negado.
Ahora bien. ¿Qué implica la nostalgia? (o al menos que significa para mí).

El refrán dice que cualquier tiempo pasado fue mejor… y como suele suceder con los refranes, en lo referente a este servidor de ustedes… es mentira.
Cualquier tiempo pasado fue anterior. Cualquier tiempo pasado fue distinto. Algún tiempo pasado fue mejor que algún tiempo posterior, y alguno peor.

No. No voy a hablar sobre la tele y resto de medios de comunicación. Bueno, sí que los mencionaré, pero la columna de hoy no trata intrínsecamente sobre ellos.
Vamos a ello.
¿Qué es el dolor?
Un indicativo de que algo va mal.
¿Qué es el dolor?
Una advertencia. Un mensaje.
¿Es el dolor malo?
No… aunque puede llegar a ser muy desagradable… y, sobre todo, doloroso. Qué le vamos a hacer.

Hay muchas clases de dolor y como su propio nombre indica, todas ellas son dolorosas.
Tienes el dolor físico: Dolor agudo, dolor sordo, molestia persistente, quemazón. Pero no tiene nada que hacer contra el dolor que no siente tu cuerpo. Contra el dolor que no proviene de las heridas al cuerpo.