De un ágil salto, no solo logró llegar hasta el techo, sino que con el impulso apartó uno de los paneles, del falso techo, para clavar sus poderosos dedos en el hormigón que se encontraba por encima de este. Sabía que la estructura de alambre, aluminio y placas de aislante no habría soportado su peso.
De un ágil salto, no solo logró llegar hasta el techo, sino que con el impulso apartó uno de los paneles, del falso techo, para clavar sus poderosos dedos en el hormigón que se encontraba por encima de este. Sabía que la estructura de alambre, aluminio y placas de aislante no habría soportado su peso.