Arcanus Anotado IV: Dramatis personae IV - Huatûr

Por Javier Albizu, 2 Abril, 2023
Cuando llegamos a nuestro cuarto personaje (o quinto, dado que en la anterior entrada trataba de dos de ellos) de estas presentaciones, nos encontramos con uno difícil de ubicar. Un personaje que, a lo largo del tiempo, posiblemente sea uno de los que más ha cambiado a varios niveles. Huatûr, el Contemplador. Alguien que apenas aparece en la historia, pero que no por ello carezca de peso específico entre bambalinas.

Dicho esto, vayamos por partes.

Podríamos decir que Huatûr tiene dos “padres” en la ficción. Dos personajes1 sin ningún tipo de relación entre ellos que sirvieron de base a lo que se ha ido desarrollando dentro de mi cabeza.

El primero de ellos, ya lo comentaba hace unas entradas, fue el “Señor Cairo” de la serie del “Hombre enmascarado del 2040” que contaba con diseños de Peter Chung. El segundo, un tipo gigante, calvo y en toga que vive en la luna.

Cuando hablamos del primero, no, la parte que me interesaba de este personaje no era la del holograma generado por una IA, sino la del “comerciante de información”.

Huatûr, en su primera encarnación como Alan Keyn, era un “tipo misterioso que vendía información y solo aceptaba como pago más información”. Si miramos sus apariciones durante las menciones a él que hay en esta web2 vemos que su primera aparición en las partidas es más bien tardía.

¿Qué era?
Me daba un poco igual. Tenía tiempo para averiguarlo y cambiar de idea en caso de ser necesario.
¿Quién era?
No lo sabía (aunque es posible que ya entonces mencionase al “Concilio de los inmortales”).
¿Qué tipo de cosas sabía?
Las que necesitasen los jugadores en el momento que le llamaban.

Estábamos en una campaña en la que se trataban temas del pasado lejano del mundo. Ideas a las que los jugadores aún no se habían visto expuestos, y a las que difícilmente iban a tener acceso en las bibliotecas de su presente. Cierto es que Rogani que, para no variar, por supuesto que andaba mezclado en todo aquello, también podría haberme servido como fuente de información pero, en aquella ocasión, iba a estar en el lado contrario de los jugadores. Con esto, la existencia de Keyn respondía simplemente a la necesidad de un pequeño “deus ex machina”. A la comodidad de tener a mano unan herramienta de la que tirar para desbloquear la aventura cuando los jugadores se viesen especialmente perdidos.

El segundo aspecto de este personaje vino casi de manera fortuita cosa de un año más tarde, mientras escribía acerca de una de las razas de Daegon.

Cuando me dedicaba a buscar una manera en la que encajar los antiguos Dragonuts gloranthanos dentro del nuevo contexto daegonita, decidía que la ubicaciones de sus “siete picos” no tenían porqué estar necesariamente en el propio planeta. Podían estar en cualquier lado así que, ¿por qué no repartirlos un poco más?. Con esto, terminaba por ubicar dos de ello en la luna y otros dos en el sol de aquel sistema. Mirado estas decisiones a día de hoy con un poco de perspectiva me doy cuenta de que no fui demasiado “ambicioso”. Dado el tamaño de la realidad, y que ya había indicado con anterioridad que los Ailanu milenios después conquistarían otros planeta y sistemas, podría haber dejado que la pinza se me fuese un poco más, pero me servía para empezar.

Durante aquella elaboración, como no podía ser de otra manera, tenía que poner nombre a los primeros y segundos nacidos en cada uno de esos picos (más que nada porque los primeros tenía claro que morían “pronto”). Como cualquiera que haya estado en estas lides será dolorosamente consciente, el de poner nombres siempre es un trabajo complicado. Con esto, al crear al segundo nacido de uno de los picos de la luna, y dejarlo observando cómo se iban sus hermanos, algo encajó en mi cabeza. Tanto su nombre como su apodo serían un homenaje a Uatu, “el Vigilante” del universo Marvel. Algo más adelante, me di cuenta de que aquello también podía encajar de alguna manera con Keyn y con la fundación del “Concilio de los inmortales”. Todo encajaba, aunque fuese por accidente. Las tres respuestas de ahí arriba quedaban respondidas.

Así pues, Keyn / Huatûr era un Dragonut / Dragónida / Dragún Adai / Mayane Undalath y otros muchos apelativos que fui dando a este concepto de acuerdo a la cultura que se refería a ellos.

Ahora bien, ¿y eso qué eh lo que eh? se preguntará una vez más con toda la razón del mundo el avezado lector.
Pues es... complicado.

Y es complicado porque el mismo concepto ha cambiado una enormidad desde su creación. Tal y como se puede ver si se lee uno la primera y la última (por el momento, ya que la idea ha seguido evolucionando desde entonces) versión de lo escrito sobre ellos3, no se trata únicamente de un cambio físico, sino también de uno principalmente metafísico. Lo que empezó siendo “otra clase más de bichos draconoides” ha terminado por convertirse en un concepto casi abstractos. Seres kiliadimensionales4. Entidades capaces de tener en un mismo momento y lugar todas las formas imaginables. De ocupar espacios axiomáticos más allá de lo físico o lo orgánico. Más allá de lo mental y lo espiritual.

Lo dicho. Complicado.

Así pues, ni Huatûr ni ninguno de los suyos, tal y como los entiendo a día de hoy, son conceptos fáciles de meter en una “aventura tradicional” sin que sufran un gran número de simplificaciones. Sin que pierdan lo que (a mis ojos) les convierte interesantes. Por lo tanto, presentarlos “tal y como son” y “hacerles justicia” resulta una tarea un tanto “kiliasal” (siento el juego de palabras estúpido... bueno, la verdad es que no lo siento). Tratar de ponerle diálogos o pensamientos “humanos” a un concepto de este tipo es algo un tanto absurdo. Tan absurdo como tratar de reducir la persona y la historia de alguien que, como Huatûr, esto es, el que probablemente sea el ser inteligente más viejo del universo de Daegon, y quien lleva millones de años conviviendo con la humanidad, a un par de párrafos5 o un par de páginas.

No. Lo cierto es que no tiene mucho sentido... pero siempre resulta tentador. Te da la oportunidad de intentar cosas más “personales”. Sí, has de aceptar que debes llegar a algún tipo de compromiso contigo mismo y con el lector pero, si consigues aunque sea una pequeña parte de tu propósito, esto puede llevar a otro tipo de conversaciones / debates que no vas a conseguir de otra manera.

Lo que tengo claro es que un personaje de estas características nunca puede ser nunca el protagonista de la historia. Que se debe tratar con cuidado para que no se convierta en un cliché a lo Mary Sue / Marty Stu7. Que siempre es interesante “dejarlo ver” de manera sutil, pero debes saber parar a tiempo. Mostrar pequeños retazos6 de su paso... aunque, al final, siempre seas consciente de que estás desperdiciando su potencial.

Pero, ¿qué se le va a hacer?.
Hay que intentarlo,
Es ley de vida y de escritura.

Enlaces:

1. Referentes
- Phantom 2040
- El Vigilante

2. Apariciones por aquí
- 2015/07/08 - Frentes abiertos
- 2020/10/14 - Biografía daegonita XXXXIX: La campaña del anillo IV
- 2020/10/21 - Biografía daegonita XXXXX: La campaña del anillo V
- 2021/01/13 - Biografía daegonita XXXXXXII: Cabos sueltos II - VIII
- 2021/03/31 - Biografía daegonita LXXIII: La novela III
- 2021/05/19 - Biografía daegonita LXXX: La novela X
- 2021/08/04 - Biografía daegonita XCI: La última lista I
- 2021/10/23 - Biografía daegonita CII: Volver a empezar III (salteado con tropezones de bajona)
- 2021/11/07 - Biografía daegonita CIV: Volver a empezar V (y no parar)

3. Conceptos cambiantes
- Los Dragónidas
- Los Mayane Undalath

4. Números con muchos ceros

5. El Contemplador

6. Apariciones por Daegon
- Luara
- El final de una era
- Hermanamiento e imperio
- Los primeros dioses

7. Mary, Marty y Garu

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