Daegon, mes CCCLXIII

Por Javier Albizu, 2 Octubre, 2022
Una vez más llega el momento de hablar acerca de cómo han ido los avances daegonitas. Una vez más toca escribir una entrada sin saber muy bien cómo empezarla sin que esto resulte repetitivo.

1. Sobre la escritura:

El mes pasado dejábamos este tema sumidos en una espiral descendente. Si me fijo en las palabras escritas durante las cuatro semanas de agosto, la cosa queda clara. La última semana de julio terminaba con 669 palabras, y la primera de agosto lo hacía con 725 pero, a partir de ahí, mi acorazado comenzaba a hundirse aún más rápido siendo el resultado de las siguientes 620, 423 y 475. Este hundimiento continuaba en septiembre, que empezaba con 311 pero, una vez tocamos fondo, parece que los intentos del personal técnico para reparar la embarcación comenzaban a dar resultados. En la segunda semana el número comenzó a remontar para ir pasando de 501 a 748 y, de ahí a 674 esta semana (aunque, con lo que escriba hoy una vez que suba esta entrada, espero superar las 800).

Números irrisorios, lo sé. Muy alejadas de las 4.200 semanales que salieron de forma regular durante la segunda mitad de 2019 (y eso que, en aquellos días, los descartes que iba borrando a diario no aparecían en el cómputo global). En fin, es lo que hay.

Por otro lado, tampoco hay prisa.

De cualquier manera, es posible que esta recuperación esté relacionada con haber encontrado ya el punto de partida (otra vez). Porque, sí, he vuelto hasta el comienzo una vez más. El título del primer capítulo ha pasado a convertirse en el título del primer “libro dentro del libro”. El prólogo también ha sufrido alteraciones, yendo una parte de su texto a formar parte del tercer libro, y cambiando la manera en la que da paso al primero.

A su vez, el comienzo de este primer libro también ha ido sufrido varias alteraciones a lo largo de este mes.

Porque, sí, por más que el documento de texto en el que voy escribiendo ocupe ya ocho páginas (aunque las tres primeras son el título, el índice y el nombre del primer capítulo), aún estoy corrigiendo cosas de la primera (esto es, de la quinta, porque la cuarta pertenece al prólogo). Por su parte, el documento de descartes ya va por las trece páginas.

Y, sí, lo dicho. Poca cosa para tres meses de trabajo, pero doy para lo que doy.

2. Sobre el dibujo

En lo que respecta a manchar ojas... pues tres cuartos de lo mismo. Sigo limitándome a encadenar una prueba detrás de otra. A líneas y manchas sin demasiada profundidad. Sí que hay varios dibujos a los que les he dedicado varios días, pero no consigo nada con lo que decir “sí, esto me sirve”. Hay algunos diseños de los que sí que he llegado a decir “casi”, pero cuando más los trabajo más se alejan de lo que ando buscando (algo que muy probablemente se deba a sigo sin ser capaz de concretar qué es lo que busco para ellos).

Mientras tanto, sigo intercalando con el lápiz mis pinitos intercalados con herramientas 3D1. Con programas como Makehuman, que ya probé en su día sin ser capaz de sacarle demasiado partido. Durante estos días he sido capaz de entender un poco mejor su uso (es lo que tiene el leer un poco de documentación y no ponerse a pecho descubierto a tocar menús) y comenzar a trabajar un poco con él.
A su vez, y gracias a que el mes pasado empecé también a pegarle a Blender, también he comprendido (má o meno) cómo funciona la integración entre ambas herramientas, a la par que también he ido dando mis primeros pasos de bebé con Blender-OSM: OpenStreetMap and Terrain for Blender y Buildify.

Eso sí, aún está todo muy verde. Sigo sin ser capaz de hacer funcionar el plugin de Stable Diffusion para Blender en Linux (cosas de Python, por lo que se ve) y tengo claro que el camino por recorrer con todo lo demás va a ser muy largo.

Por otro lado, también he dado mis primeros pasitos con Stable Diffusion “a palo seco” y, si bien las imágenes que genera vistas en pequeñito dan buena impresión, en cuanto empiezas a fijarte en los detalles a la cosa se le empiezan a ver las costuras. También es cierto que las pruebas que he hecho han sido con “paisajes arquitectónicos”, no con personas, y me da la impresión de que esa no es la función para lo que lo han orientado (o para la que está más entrenado).

Por último, mañana mismo empiezo de nuevo las clases dibujo. Llegamos a segundo y empezaremos con tintas y algo de color.

A ver qué sale de todo esto.

3. Sobre la programación

El tema de la programación continúa en dique seco. Este mes no han salido vídeos de “el profe” dedicados al ensamblador pero, por otro lado, en “Programación Retro del Commodore 64”3 sí que han publicado varias entradas relacionadas con CC65 y sus ficheros de cabeceras. Eso sí, aún los tengo en la lista de pendientes.

Porque, por otro lado, también he visto que hay gente que está usando este compilador para hacer cosas al mismo tiempo para C64 y NES, algo que no he conseguido encontrar en el caso de ACME. A su vez, y dado que no consigo aclararme con VASM, es muy probable que acabe pasando a él.

Me dará pena abandonar ACME (por los jajas del nombre, y por los módulos que existen para él entre las extensiones de VSCODE), pero me da la impresión de que este puede ser el “camino de menos resistencia”.

Y eso ha sido más o menos todo.
La semana que viene continuamos con la programación habitual.

Enlaces:

1. Cosicas 3D
- Makehuman y su comunidad
- Makehuman for Blender
- Blender-OSM: OpenStreetMap and Terrain for Blender
- Buildify

2. Stable Diffusion UI

3. Programando para 6502
- Header files específicos para maquinas de Commodore
- Entrada / salida por consola con conio.h
- Manejo del joystick con joystick.h
- Manejo del ratón con mouse.h
- Entrada salida a disco con dio.h
- Gráficos bitmap con tgi.h
- CC65
- ACME
- VASM

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