Daegon, mes CCCLXXIII

Por Javier Albizu, 30 Julio, 2023
Hola.
Sí, han pasado dos meses desde la última vez que publiqué algo por aquí. Así pues, si te da por buscar un “Daegon, mes CCCLXXII”, no lo vas a encontrar.
La razón para todo esto la encontrarás en el punto 4.

Una vez levada a cabo esta aclaración, vamos al turrón.

1. Sobre la escritura:
Numericos y letras de estas últimas nueve semanas:

Documento principal: 14.097 palabras y 25 páginas.
Descartes: 22.258 palabras y 62 páginas.

Si dividimos estos números entre los dos meses transcurridos desde la última entrada (no tenía el desglose de los datos apuntado pero, al tener documentados los descartes diarios, y el número total de palabras semanales, la matemática ha sido sencilla), la cosa quedaría así:

Junio: 936 palabras “finales” y 1.114 de descartes.
Julio: 239 palabras “finales” y 1.204 de descartes.

Sí, lo sé. Unos números bastante paupérrimos (si sumamos estos dos meses apenas llegamos a superar cualquiera de los meses “bajos” que he tenido este año).

Pero, bueno, el segundo borrador del primer capítulo de este libro (y el tercer borrador del prólogo) ya están terminados y disponibles para quien les quiera echar un ojo, ya sea en su ebook1 o en su navegador2.

Por otro lado, si pensamos en formatos, el término “capítulo” igual queda un poco inexacto. Porque esta historia se propaga a lo largo de 13.344 palabras (dividido en un “prólogo” de 826, una historia central de 11.964 y un “epílogo” de 554).

Si lo medimos de acuerdo al ratio de palabras por página de Stephen King3, solo con esto tendríamos un libro con la impía cifra de sesenta y seis páginas.
Si lo miramos de acuerdo a otros criterios más o meno estándar (cuya validez real desconozco)4, nos moveríamos en el territorio de la novela corta o “novellete” ya que, si nos ceñimos a estos parámetros, la división sería:

Historia corta - por debajo de las 7.500 palabras
Novelette - entre las 7.500 y las 17.500 palabras
Novella - entre las 17.500 y las 40.000
Novela - más de 40.000 palabras

Como yo soy asín, mi formato va por otro lado y el PDF para ebook (un documento en A5, con un cm. de margen a cada lado y un tamaño de letra de 12 puntos) se extiende a lo largo de 36 páginas (tres de las cuales están ocupadas por el título del libro, el índice y el título del primer “sub-libro”), lo que daría una media de unas cuatrocientas palabras por página.

Sea como fuere, la cosa es que desde hace un par de días (tras algo más de un mes dándole una y otra vez vueltas al prólogo, que solo ocupa una página), ya estamos con “El viaje a casa”; el segundo capítulo de este primer sub libro (que, por otro lado, es el que empezó siendo el primero que comencé a escribir).

2. Sobre el dibujo
Durante esta temporada, la escritura no ha sido lo único que se ha visto afectado por mi bajada de rendimiento, sino que mi producción en lo referente al dibujo también se ha visto afectada.
Cierto es que he continuado dedicando un rato diario a esta actividad, pero ni la cantidad ni la calidad de ese tiempo han sido consistentes.

A lo que he dedicado las últimas semanas ha sido a tratar de avanzar en la creación de los “modelos” de Sersby y Lexa (dos de los personajes de la novela Arcanus) de cara a una posible adaptación a tebeo de esa historia. Una labor que ha avanzado poco a poco (pese a no haber terminado de “encontrar gráficamente” a ninguno de los dos) y que ha dado como resultado esto de aquí:

Intentos de diseño de personajes

Como de costumbre, el proceso que voy siguiendo (y el tiempo que me ha llevado llegar hasta ahí), se puede ver en la sección de dibujos de este año5.

Más recientemente (siendo precisos, ayer mismo), esta visión cambió un poco. Lo que me planteo ahora es “tebeizar” las historias en “el presente” de estos personajes. Algo que, de manera lenta pero segura, me podría permitir el ir definiendo visualmente ese presente, al tiempo que, vía flashbacks, me dejaría la puerta abierta a contar otras historias ambientadas en “el pasado” (esto es, “el presente” de gran parte de la novela).

La idea, de base consistía en comenzar con historias autoconclusivas de una página (cuando no en formato de tiras de prensa) de cara a no lanzarme de buenas a primeras a algo muy largo para lo que sé que aún no estoy preparado.

Como la cabeza no para nunca, esta misma noche la idea ha ido cambiando una vez más, y las primeras historias que me venían a la cabeza no eran de Lexa y Sersby, sino de Arcanus. A fin de cuentas, él es quien “los trae hasta el presente” y estas historias serían un enlace directo entre Arcanus (la novela) y las historias del presente de Lexa y Sersby.

De cualquier manera, seguro que mañana se me ocurre otra cosa, así que mejor que no esperes historietas por aquí a corto plazo.

3. Sobre la programación
Lo que más ha sufrido durante esta temporada ha sido el tema de la programación. Si bien es cierto que he logrado corregir una rutina en ensablador que no iba bien (pero que no sabía que iba bien, porque no tenía una referencia visual de lo que tenía que salir).

Ahora ya soy capaz de pintar de un color la pantalla del Commodore y pintar de otro color un bloque de 8x8. Ahora me falta ganar en precisión para ser capaz de bajar a nivel de pixel.
A ver si a lo largo del mes que viene soy capaz de lograr al menos eso.

4. Miscelánea
Quizás alguien se pregunte qué ha pasado durante estos dos meses para que se frenase de una manera tan brusca una dinámica de más de cinco años escribiendo aquí semana tras semana de manera ininterrumpida (esto es, desde “Daegon, mes XXIV” que publicaba el 31 de enero del dos mil dieciocho).

O igual no se lo pregunta nadie (que es lo más probable), pero lo voy a explicar igualmente.

Pues “la salú”, eso es lo que ha pasado.

Hace algo más de dos meses comencé a tener (más) problemas respiratorios (aparte de las vegetaciones y la sinusitis) que, poco a poco, iban yendo a más. Tanto es así que, para hacer trayectos que antes hacía sin esfuerzo, tenía que pararme cada vez con mayor frecuencia, y los tiempos de recuperación también eran cada vez mayores.
A su vez, también tenía problemas para concentrarme a la hora de hacer muchas tareas (entre las que se encuentra la de escribir o estudiar ensamblador).

Los resultados de las pruebas médicas fueron variados:
- Hipotiroidismo.
- Infección en uno de mis pulmones.
- Agravamiento de los problemas renales que arrastro desde hace más de veinte años.

Dado lo limitado de mis fuerzas, decidí optar por dejar de lado una parte de estas actividades, ajustar el nivel de presión que dedicaba al resto y centrar mis esfuerzos en tratar de no fustigarme demasiado ante “el fracaso” que suponía todo esto.

Muy probablemente, en otro momento de mi vida mi acercamiento habría sido diferente. Habría justificado el dejar de escribir al nulo ratio de esfuerzo / recompensa que me supone. Esto ya había sucedido antes, y sabía que volvería a suceder.

Por suerte o por desgracia, el cumplir años no solo le proporciona a uno nuevos achaques, sino que también te aporta otras cosas. A partir de un cierto momento comienzas a ser capaz de reconocer los patrones. Empiezas a unir piezas, pero sin fliparte demasiado. Porque al final nuestra cabeza es una máquina de reconocer patrones, pero también tiene tendencia a verlos donde no los hay. Lo causal y lo casual son fáciles de confundir.

Echando la vista atrás, me doy cuenta de ciertas “casualidades temporales“ relacionadas con la escritura / creación que pueden serlo (o igual no).

- Me doy cuenta de que empecé a dedicar tiempo a crear historias “de manera consistente” después de mi úlcera. Que Daegon “comenzó a formarse” cosa de un año después de que dejase los estudios.
Cierto es que Hijas de la noche salió en el noventa y dos pero, muy probablemente, dado lo poco que conserva de esa ambientación, lo que es a día de hoy podría haber surgido de cualquier otra.

- Hace tiempo que fui consciente de que mi primera “pataleta contra el poco interés del público por mi obra” vino acto seguido a que me declarase a una chica y que ella me dijese que no.
A partir de los datos que conservo, se puede ver con claridad que abandoné el “primer reto de escritura diaria de Daegon” aquel mismo día de hace más de veintitrés años.
Por más que en aquel momento no lo asociase, el detonante es más que claro. Mi “decepción con el público” venía ya de muy atrás. De haber sido esa la causa, habría parado muchos meses antes.

- La primera encarnación de esta web nació en dos mil cuatro, después de que en noviembre de dos mil tres me diagnosticasen hipertensión, sinusitis, problemas de colesterol y problemas renales, y comenzase con una dieta (en la que aún me encuentro) gracias a la que perdí cuarenta quilos.
Desconozco hasta qué punto estos cambios bioquímicos (ya fuese por la dieta, la medicación para la tensión o ambos) pudieron convertirme en alguien que comenzase a “abrirse más”, pero no me parece una causa demasiado loca.

- Dejé la escritura semanal del blog en dos mil seis, cuando comencé con problemas de estrés en el trabajo y veía acercarse la segunda úlcera, y la retomé al año siguiente cuando conseguí un trabajo nuevo.
¿Casualidad?
Yo diría que no.
Pero entonces le eché la culpa a aquel parón, una vez más, a la ausencia de público.

- No soy capaz de localizar una causa directa de mi siguiente “parón en la escritura”. Aquel que me llevó a borrar la primera encarnación de esta web en dos mil once, pero sí que es cierto que el año anterior había cambiado de puesto en el trabajo, y pasaba a tener más responsabilidades.
Mi excusa interna volvió a ser la misma; el “Modo Calimero” (nadie quiere lo que escribo), pero seguro que el disparador fue otro.
Durante el año que llevaba escribiendo a diario para esta web y para Daegon no había tenido ninguna interacción como consecuencia de aquellos textos.

- Con esto llegamos hasta el reto actual, que comenzaba en el dieciocho. “Casualmente”, cuando cambié de nuevo de posición dentro del trabajo a una con unos niveles de presión más aceptables.
De nuevo, en aquel momento tampoco lo asocié, pero los datos son los datos.

Con esto, lo dicho, esta película ya me la se. Patrones personales generados por los ambientes en los que se mueve uno, o por las dolencias que padece. La ausencia de interacción siempre ha estado ahí pero, por más frustrante que pueda resultar, nunca ha sido la causa real de los abandonos.

Dicho esto, a día de hoy estoy bastante mejor físicamente (yo diría que incluso mejor que antes de que me diagnosticasen), pero la medicación me sigue dejando muy cansado y mi capacidad de concentración sigue dejando bastante que desear.
Empecé a escribir esta entrada hace más de un mes, cuando terminé con la segunda revisión de “Despertares” y tengo comenzada la siguiente entrada de “Arcanus Anotado” desde hace meses, pero ahora mismo no siento que tenga la cabeza como para seguir con ella, o con la Bio Fabuladora (y tampoco la tenía muy en su sitio para la última entrada que escribí que, aparte de llegar tarde, hoy he visto que no está correctamente formateada).

Sigo teniendo planes, eso sí. Montones de planes, y ganas de llevarlos a cabo. Sé que volveré por aquí con regularidad, pero lo que aún no sé es cuándo o cómo lo haré.

De lo que puedes estar seguro es de que no te librarás de mí tan fácilmente, lector (si es que estás ahí).

Enlaces:

1. Historias de Daegon para libros eletrónicos
- en Epub
- en Mobi
- en Pdf

2. Historias de Daegon en la web
- Historias de Daegon
-
Libro 01 - Lo que no volverá a ser
-
00 - Prólogo
-
01 - Despertares
-
01.5 – Consecuencias

3. King y sus números

4. Otros criterios
- How many words in a novel
- Learn the Differences Between Novelettes, Novellas, and Novels

5. Dibujos 2023

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