Biografía rolera XII: Ni eres cyber ni eres punk

Por Javier Albizu, 7 Noviembre, 2018
Los noventa fue la década en la que muchos descubrimos el Cyberpunk. Quizás antes de aquello ya hubiese aparecido ante nosotros algún que otro elemento de este género, pero su explosión no llegó hasta aquellos días.
Pero… ¿qué es el Cyberpunk?

Por supuesto, la palabra tiene un significado pero, pese a la descripción que se da de ella1, tengo la impresión de que cada persona tiene su propia imagen de aquello que "define" este género. En mi caso, este constructo mental está condicionado por una obra muy concreta; el juego de rol de Talsorian2

La primera vez que supe de él fue gracias a nuestro infiltrado en Francia. Lo que prometía ser un día normal se convirtió en algo especial cuando vi en sus manos la caja de su primera edición. Aquello era algo diferente a casi cualquier otra cosa que hubiese visto antes. El molonismo era muy fuerte en él, y a cierta edad el molonismo prima sobre casi cualquier otra cosa, pero había algo más detrás de aquello. Algo que pocos juegos me habían transmitido.
Tenía personalidad.

A pesar de contar con un diseño austero, e ilustraciones en blanco y negro, el estilo saltaba a primera vista. Un estilo que no sólo se plasmaba a través de unos dibujos de línea clara, sino también en la manera en la que estaba escrito. Eran textos cercanos, pero sin hablarte de tú a tú. Unos textos en los que se intercalaba la jerga propia de ese mundo. Un argot que le daba una aureola alejada de los juegos que tenían lugar otras ambientaciones. En libros quizás más coloridos, pero que me resultaban más genéricos sin importar que se tratase de ambientaciones de fantasía o ci-fi.

Aquello no fue algo de lo que me diese cuenta en el momento, pero eran rasgos que lo emparentaban con otras ambientaciones que me han ido enamorando con el tiempo y que, por desgracia y que, quizás precisamente por estas características, no llegaron a triunfar como otras.
Una cualidad evocadora de la que, por ejemplo, carecía ante mis ojos quien parecía querer ser su rival "directo"; el Shadowrun3. Y mira que quería que me gustase el Shadowrun.
Pero no. Fue leer la premisa básica de su ambientación y no poder pasar de ahí. Pocos libros me han dejado al mismo tiempo con unas sensaciones tan contradictorias como son los de la decepción y la indiferencia.

Y pasó lo que solía pasar siempre que se daba una situación similar; la guerra entre los defensores de uno y el otro. Una guerra en la que, al menos editorialmente, ganó el bando que yo no defendía.
Pero no voy a entrar ahí, porque esto no deja de ser un tema de gustos y subjetividades. No deja de ser algo irrelevante.

Pero, sin importar cómo avanzase aquella batalla en otros frentes, en Mordor Cyberpunk entró arrollando dentro del círculo en el que yo me movía.

Como ya he comentado con anterioridad, casi todos mis amigos eran gente mucho más leída que yo. A mi en aquellos tiempos los nombres4 de William Gibson, Bruce Sterling o Walter John Williams no me decían nada pero, al igual que había sucedido antes con Lovecraft y el horror cósmico, para una parte de ellos eran referentes.

Aun así, en la teoría el género en sí mismo no me era desconocido5. Quizás no fuese capaz de asociar la lectura con el género, pero para aquel entonces ya había tenido acceso a una particular versión de una de sus obras seminales. También es cierto que mi camino no fue el más recomendable. Mi primer contacto “canónico” con el CyberPunk había sido o a través de la versión ilustrada de Neuromante que había publicado antes Norma Cómics, pero aquel fue un tebeo del que apenas fue capaz de entender una fracción de lo que contaba (algo a lo que indudablemente ayudó el hecho de que no se terminase la obra en aquel tomo).

Porque, si nos ceñimos al listado de obras que aparecen citadas en la Wikipedia (y a alguna más), antes de aquello ya había tenido un contacto previo con el género pero, retomando lo que comentaba al principio, para mi manera de verlo, tanto Akira, Dredd, o TechnoPolice como otras muchas obras que aparecen esos listados no eran Cyberpunk. Podían tener cibernética, podían gustarme en mayor o menor cuantía, pero no encajaban en la visión que se había formado en mi cabeza. Incluso Ghost in the shell se me hace complicado catalogarla bajo este género.
Nada se parecía a aquello.

Aun así, a pesar de comprarme la caja de la primera edición, el libro de la segunda, y unos cuantos suplementos, por más que disfrutase jugándolo o leyéndolo, sólo dirigí una aventura en aquella ambientación.

Porque trataba de un futuro no muy lejano. Todo lo referente al año 2000 era una incógnita cuya resolución conoceríamos. Era un futuro accesible al que, por más que no quisiésemos acceder de forma personal, tenía un potencial que no habían explorado otras ambientaciones. Un momento precedido por toda clase de desastres ya fuesen o no naturales7. Un lugar poblado por bandas de desarrapados capaces de amenazar al mundo entero o por profesores robóticos asesinos. Un mundo que se recuperaba de un conflicto militar masivo. Un sitio chungo y oscuro que nada tenía que ver con federaciones de planetas o reinos coloridos.

La primera edición de Cyberpunk estaba ambientada en el año 93, un momento que estaba al alcance de la mano. Un lugar que nos fascinaba cuando debía aterrarnos.

La irrupción de este juego en nuestras tardes de juego fue disruptiva para los más tecnófilos. Parecía algo que llevabamos esperando desde mucho tiempo atrás sin ser conscientes de ello. No sé si fue coincidiendo con aquello, pero en la cercanía de aquellos días las BBS6 comenzaron a “llegar” a Pamplona, y estas personas se encontraban entre los primeros a quienes les escuché aquella palabra.

Durante unos años aquel juego se convirtió en el núcleo creativo central de varios de nuestros directores. Algo que arrastrarían hasta otros territorios creativos y, más adelante, hasta lo laboral.

Enlaces:

1. Cyberpunk, el género

2. El juego
- Cyberpunk en Wikipedia
- Cyberpunk en Roleropedia

3. Shadowrun, El rival

4. Los nombres y las obras
- En occidente
- En oriente

5. Mis supuestos referentes en lo cyber
Los previos
- El incal
- Techno Police 21c (1982 en Japón, 1984 en España)
- Juez Dredd (ediciones Zinco 1984)
- Neuromante, el tebeo (1989)
- Cyborg (1989)
- Akira el tebeo (1982 en Japón, 1990 en España)
- Blade Runner Magazine (1990)
- Akira la película (1988 en Japón, 1992 en España)
- Guyver: The Bioboosted Armor (TV Series 1989)
- The Guyver (1991)
- Mutronics (Guyver) (1991)
- Cyber City Oedo 808 (TV Mini-Series 1990)
Y los posteriores
- El cortador de cesped (1992)
- Xenon (1992)
- Patrulla especial ghost (1993)
- Alita ángel de combate (1993)
- Tetsuo, the Iron Man (1989 en Japón, 1994 en España)
- Death Machine (1994)
- Ghost in the Shell (1995)
- Johnny Mnemonic (1995)
- Bubblegum Crisis (1987–1991 en Japón, 1995 en España)
- Nirvana (1997)

6. Las BBS

7. Los terribles dosmiles
- 1997 Rescate en Nueva York (1981)
- Curso del 99 (1990)
- Twilight 2000

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