Biografía fabuladora VII: La edad de los descubrimientos III - Tocando de oídas

Por Javier Albizu, 2 Enero, 2022
No sé cuándo se utilizaría por primera vez la expresión “Los niños pasan mucho / demasiado tiempo delante de la tele”, una expresión que, a buen seguro, sustituiría al “Cuidado con los tebeos” de Wertram1.
Tampoco sé cuándo la palabra “tele” fue sustituida por “pantallas”. De la misma manera, tengo claro que, de aquí a un tiempo, “pantallas” será sustituida por “realidad virtual” (o lo que surja).

De lo que no cabe duda es de que, en los tiempos modernos, y no tan modernos, la capacidad de los padres para pasar tiempo de calidad con sus hijos es muy limitado. Una situación que dudo mucho que cambie en el futuro cercano.
Pero, bueno, ese es otro tema. Aquí hemos venido a hablar del pasado.
Volvamos a la “fecha horizonte de sucesos”.

¿Cuando llegaba hasta aquel momento había visto mucho la tele?

Espera. Mejor concretemos un poco más la pregunta. Sustituyámosla por una que puede parecer igual, pero que no es lo mismo.

¿Había pasado mucho tiempo delante de la tele?
Pues seguro que sí, pero tengo claro que mucho menos tiempo del que pasaría una vez superado aquella frontera temporal.

¿Había estado de cuerpo presente mientras se emitían muchas cosas no tendría que haber visto?
Pues seguro que también.

¿Me acuerdo de algo de todo aquello?
Pues, y aquí está el quid de la cuestión… de casi nada.

Y no digo “nada” porque hay algo de lo que sí que me acuerdo: de la música de entradilla de aquellas series.

Haciendo memoria he logrado llegar hasta seis series con humanos que veo que se emitieron entre mi nacimiento y el setenta y nueve2:
Dallas
Hawaii 5-0
Los hombres de Harrelson
Orzowei
Sandokán

Seis series cuya “intro” despierta recuerdos pero cuyos argumentos no recuerdo en absoluto. Su contenido no provoca en mí el surgimiento de nada. Niente. Cero absoluto. No al menos de nada que pueda asociar con aquellos días.

Por supuesto, conozco las proto-memes que han surgido a partir de ellas. Las expresiones que se han convertido en coletillas. Las “herencia recibida” bajo la forma de frases hechas.

Ya sabes, cosas como “TJ, al tejado” o “Eres más malo que JR”. Pero eso es lo único que hay. No llegué a desarrollar ningún tipo de apego emocional hacia ninguna de ellas. Igual la cosa tenía que ver con que lo que se presentaba ante mí eran señores de carne y hueso, pero a saber.

Con el paso del tiempo he realizado el ejercicio de ponerme alguno de sus episodios y, con la excepción de Sandokán (que aguanta bastante bien el paso del tiempo), el resto me han dejado totalmente frío.

Pero escuchar sus tonadillas sí que activa algo en mi interior. Incluso en series como “Los hombres de Harrelson”, que se emitió cuando apenas tenía yo tres años, el resorte es automático. De todas formas, no hay en este acto reflejo ni apego ni nostalgia. No hay añoranza ni “morriña”. No recuerdo esperar la llegada del siguiente episodio. Ni siquiera soy capaz de trazar unas coordenadas geográficas, físicas o anímica. Solo son meras marcas de tiempo. Reconocimiento. El saber que “yo estaba por ahí”. Un registro mental que parece marcado de manera indeleble. Otro de esos datos que no sirve para nada que se acumulan en mi cabeza.

Seguro que si me esfuerzo un poco más llegaría hasta alguna otra serie más ubicada en estas coordenadas cronológicas (porque gran parte de las que han ido saliendo, tras su correspondiente investigación, han resultado ser posteriores), pero dudo que el resultado con ellas fuese diferente… y esto hace que me surjan dudas sobre las afirmaciones que he ido realizando hasta el momento.

Porque, por otro lado, también hay cosas que escaparon a mi radar. Durante muchos años un par de amigos han hablado de una serie que vieron de jóvenes; La frontera azul3. Una serie que, dado que son algo mayores que yo, siempre había asumido que me había pillado “más joven”. Pero cuando me he puesto a investigar he visto que se emitió por estos lares en el setenta y ocho. El mismo año que Mazinger.
De acuerdo a lo que indica en la Wikipedia, me pude perder los primeros episodios ya que se emitieron durante las noches de los domingos, pero el resto se encontraban accesibles” en un horario apto para mí.

Ante esto tenemos tenemos tres posibilidades a la hora de tratar de explicar este desliz:
1. Tenía otros planes en aquella franja horaria.
2. La vi y la he olvidado por completo.
3. Hubo censura paterna.

Supongo que la opción más probable es la 1.

Aunque, claro. Gran parte de los tebeos de los que he hablado hasta ahora me acompañaron durante mucho más tiempo que cualquier serie. A su vez, películas como Súper Mazinger o Groizer las vi en repetidas ocasiones gracias al vídeo, así que estaban mucho más disponible que cualquier cosa de la tele. Todas estas obras tuvieron mucha más ocasión de calar que aquellas que a las que únicamente tenía acceso a través de horario de emisión en la caja tonta.

Así pues:
¿Cuándo comenzaron realmente a formarse los recuerdos, y cuándo pasaron a transformarse en apego? ¿Cuál fue la causa? ¿Fue cuestión de “fuerza bruta”? ¿El mero acceso y la repetición constante de estímulos?

Y alguno se podrá preguntar… ¿importa realmente?

A lo que yo respondería… pues… probablemente… sí.
Porque, en gran medida, estamos hablando los cimientos fabuladores. De la base sobre los que he ido construyendo la ficción que he desarrollado con posterioridad.

Aunque, claro, tengo dos hermanos que se vieron expuestos a las mismas influencias y cada uno hemos salido como hemos salido.

Así que, a saber.

Enlaces:

1. Seduciendo al inocente
- La seducción del inocente en Wikipedia
- El libro en Archive.org

2. Esto me suena
- Orzowei en la Wikipedia española
- Orzowei en la Wikipedia americana
- Orzowei, ficha en “El Doblaje” (1978)
- Dallas en la Wikipedia española
- Dallas en la Wikipedia americana
- Dallas, ficha en “El Doblaje” (1979)
- Sandokán, el personaje en la Wikipedia española
- Sandokán, el personaje en la Wikipedia americana
- Sandokán, la serie, en la Wikipedia española
- Sandokán, la serie, en la Wikipedia americana
- Sandokan, ficha en “El Doblaje” (1976)
- Los hombres de Harrelson en la Wikpedia española
- Los hombres de Harrelson en la Wikpedia americana
- Los hombres de Harrelson, ficha en “El Doblaje” (1976)
- Hawaii 5-0 en Nostalgia 80
- Hawaii 5-0 en la Wikpedia española
- Hawaii 5-0 en la Wikpedia americana

3. Esto no
- La frontera azul en la Wikipedia española
- La frontera azul en la Wikipedia americana
- La frontera azul, ficha en “El Doblaje” (1978)
- La frontera azul, la fotonovela
- La frontera azul, el álbum de cromos

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