Biografía daegonita XXXXI: El fin del mundo tal y como lo conocemos, a la tercera no va la vencida

Por Javier Albizu, 19 Agosto, 2020
Se acercaba el momento del “GRAN” cambio. De romper los paradigmas del pasado. De llegar hasta el siguiente nivel. Pero antes tocaba cerrar algún que otro pequeño detalle previo.

Tras terminar “El Herético” se producía una despedida y un par de llegadas.
Por un lado, al reparto de secundarios habituales llegaba un nuevo personaje; Calaima Quinec. La hija de uno de uno de los miembros del consejo de la ciudad de Johrg. Ella era alguien con quien habían coincidido un par de los jugadores. Para quien habían trabajado como guardaespaldas en alguna que otra ocasión. Pero todo iba a cambiar.
Calaima les pedía a estos jugadores que intercediesen por ella ante Arcanus para que la aceptase como alumna.

¿Alumna de qué?
Hablaremos de eso en unos momentos.

Por otro lado, estos mismos dos personajes hacían un pequeño viaje. Los nómadas del grupo; Thurg Vaniac y Tiermonder habían hecho piña y se dirigían a Thurgold para devolver “El colmillo de Yyvylion” que habían recuperado recientemente.
Pero aquello era algo más que un simple viaje. Thurg Vaniac tenía intención de no regresar. Había salido de su tribu / clan para recuperar aquella reliquia y, una vez se había hecho con ella, decidía volver al hogar para quedarse. Supongo que el mundo de los humanos era muy raro para él.

Por supuesto, la cosa terminaba no resultando tan sencilla.
La tribu de Thurg Vaniac se había quedado sin chamán (la persona a la que asesinaron para robar el colmillo), sin sus discípulos (los distintos personajes que habían ido a recuperarlo), y habían entrado en conversaciones con una humana para que supliese aquellas carencias cuando fuese necesario (protección espiritual, curación y cosas de esas).
El problema era que, con el paso del tiempo, Alana, la persona cuyos servicios solían contratar, vio que podía sacar una tajada mayor de aquella situación. Poco a poco, aquella hechicera se había ido haciendo con el control de los jefes de la tribu y de los guerreros más competentes.

Con esto, tenía acceso no sólo a unos guías inmejorables a la hora de atravesar los desiertos de Thurgold, sino también obtenía una mano de obra barata para otro tipo de tareas que solía llevar a cabo tanto en el interior como en las ciudades costeras.
Como refuerzo, por si las moscas y por afinidad, también tenía tres guardaespaldas humanos. Si me quejo de los nombres que les ponían los jugadores a sus personajes, la verdad es que a mi se me fue un poco la mano con estos1. Por ahí teníamos mezclados los nombres de dos de los personajes del King of Fighters y a un personaje clásico de la DC.

Por supuesto, hubo combates, uno de los guardaespaldas murió, Alana y los otros dos lograron huir. Thurg Vaniac se convertía en el jefe de la tribu y, como muestra de agradecimiento y amistad, nombraba a Tiermonder miembro honorífico de la misma. Un hecho que quedaba reflejado en un texto escrito en la piel curtida de una rata del desierto.

A Thurg Vaniac lo sucedería un Yr’Draag; Kakaos.
Porque los jugadores son así.

Con este epílogo a una historia que se remontaba a tres campañas más atrás, también se ponía el punto final a RuneQuest. Llegábamos hasta el final de una (otra) era más.

Muy bien. Y ahora qué.
Ahora pánico escénico. Muerte súbita. Tocaba saltar sin red.
Si no me engañan los metadatos, el día veintidós de junio del noventa y ocho comenzaba a escribir en el ordenador un documento con el nuevo reglamento de Daegon, y el nueve de octubre (a las cinco de la tarde y un minuto), tenía la primera versión “definitiva” del mismo. Todo estaba listo para empezar una nueva etapa de aquel mundo.
Pero la cosa aún estaba muy lejos de poder considerarse como “cerrada”. Quedaban muchos ajustes por hacer.

Algo que quedaba reflejado en un par de conversaciones por correo que mantenía con uno de mis jugadores. Entre horrores ortográficos y otras cosas, le comentaba a aquel amigo que en aquellos momentos andaba por Wolverhampton, que ya había comenzado a dirigir con el nuevo sistema:

----------------------------------------------

1998 AD

A ver. Mi sistema.
Ya lo probamos en un intermodulo en el que jugaban Roberto, Eduardo, y la presentacion de una prometedora nueva estrella, Alfredo (jo, ya como en las peliculas :)).

Yo creo que el sistema va bien, me fallaron un poco el daño de las armas, y es algo que tengo que cambiar, pero por lo demas la cosa fue bastante fluida.

Todabia tengo que probar a base de bien las reglas de magia pero de aqui a un par de semanas comenzare con "La Campaña del Anillo" a ver que tal me sale. La nota negativa del intermidulo, es que el personaje de Eduardo murio.

Mas cosas, si, lo de las cuatas al final es semestral. Noticias este fin de semana, Pedro y yo, organizamos la cena esencial de Pamplona, o lo que es lo mismo, cena de la gente de la lista de correo (como la que fuimos a Bilbao). Tenemos alojamoiento gratuito (la casa de Sesma) y va a venir gente de Bilbao, Cantabria, Barcelona, y posiblemente Zaragoza.

Por las cosas de Tekumel no te preocupes, he encontrado una tienda en la red que tenia todo el material descatalogado (y por supuesto lo he pedido todo :). Finalmente llego tambien el pedido a West End , y para nuestra sorpresa, los juegos no estaban con un 35% de descuento, sino con un ¡¡70%!!, asi que todos muy contentos :))

----------------------------------------------

At 10:40 10/11/98
Espero empezar pronto la campaña del anillo

A todo esto, espero empezar pronto la campaña del anillo, ya te
ire informando :)

----------------------------------------------

Por desgracia, en una de las migraciones del cliente de correo electrónico se me corrompieron un montón de datos de los mensajes, por lo que no soy capaz de saber la fecha del primer mensaje. Por suerte, dentro del texto de la respuesta al segundo aparecía la fecha del correo al que estaba respondiendo.

En fin, al turrón. El sistema1.
El sistema no pretendía ser nada rompedor. Al final bebía tanto de RQ como de Hârn o algún que otro detalles de Jorune o GURPS.
El mayor cambio a nivel de la ambientación venía por otro lado.

La magia divina y la espiritual desaparecían y la hechicería… la hechicería era otra cosa.

Porque… ¿realmente quería magia en Daegon?
No se trataba sólo de lo complicado que puede llegar a ser un sistema de magia en términos de reglamento, sino que nunca me han gustado los hechizos.
Y con esto me refiero al concepto de los hechizos. Siempre que leo al alguien mencionar el nombre de un hechizo en una novela o en una película… automáticamente mi mente se sale de la lectura. Mi suspensión de la incredulidad se va a paseo.

¿Qué quería hacer?
Primero tenía que definir la metafísica de aquel universo. Revisarla de principio a fin. Ver cómo / si podía encajar algún tipo de magia dentro de aquello. Hacer que tuviese sentido dentro de lo que quería hacer.

El problema era que no sabía qué quería hacer. A día de hoy sigo sin saberlo muy bien.
Porque, aun en el caso de que quisiese un universo “para mí”… ¿qué es lo que quiero?
Volvemos al principio.
A la parte contratante de la primera parte.
No lo sé.
Depende del momento.

Como demuestran todas las referencias que he ido incluyendo a lo largo de estas entradas, no soy un ente impermeable a las influencias externas. No soy uno, soy muchos.
Hay un Javi al que le gusta introspección, pero hay muchos más. Hay otros a los que les gusta la molonidad y el epicismo, o el melodrama, o el terror existencial, o la metafísica, o la ciencia ficción, o la comedia. Incluso lo ridículo.

¿De verdad quiero cerrarle la puerta a alguno de ellos a la hora de crear historias en Daegon?
Estamos hablando de la suma de muchos universos. De infinitas realidades. De líneas temporales ilimitadas.
¿De verdad no hay espacio ahí para todo eso?

Muy bien. Asumamos que hay espacio para lo “preternatural”.
¿Cómo lo enfocamos? ¿Cómo lo “mecanizamos”?

En primera instancia, aquello quedó bajo el epígrafe de “Magia Planar”. No había hechizos sino que adoptaba un acercamiento similar al núcleo de Ars Magica.
La realidad se dividía en varios planos de existencia. En una serie de entidades que se solapaban y cuya fusión e interrelación daba como consecuencia a las distintas niveles de “normalidad”. Volvíamos al garabato que hacía tiempo atrás:

solo que ahora complicándolo aún más.

Tenía los seis planos:
Ytahc, El Caos. Cambio y Control (aunque el control bien podía estar asociado al orden).
Kestra, El Orden, la resistencia al cambio. La “antimagia”.
Enai, La Oscuridad. Invocación y Portal. Lo que no se ve. Lo que no “está ahí”. Lo que se encuentra al otro lado. El camino hacia otros lugares.
Suritan, La Luz. Lo que se puede ver. Lo tangible. Tierra, Fuego, Aire y Agua… tenía que darle una vuelta a esto.

Para terminar, tenía a los que menos me convencían:
Namak, El Mal. Destrucción. Demasiado simplista. Tenía que darle una vuelta a aquello.
Tayshar, El Bien. Cuerpo, Mente y Alma. También demasiado simplista. Otra cosa más a revisar. Tenía que librar a estos dos de asociaciones morales.

Llegué a escribir una pequeña tabla con los rangos que podía llegar a tener cada uno de estos “elementos”:

Pero no me gustaba. Aquello no me servía.

Con el tiempo lo fui haciendo todo más difuso. Más metafrórico. Menos “concreto”. Menos limitado y limitante.
Lo que conocen los habitantes de Daegon es el resultado de lo que se inició antes de que el tiempo fuese una posibilidad. Todo era una cuestión de las reacciones axiomáticas que tenían lugar al mezclarse los distintos elementos primarios. De la consecuencia de la unión de los distintos conceptos3.

Dicho esto ¿qué iba a estudiar Calaima Quineq?
Iba a estudiar ciencia. Ciencia Arcana.

Enlaces:

1. Referencias cruzadas
- King of Fighters
- Wolfgang Krauser
- Richard Meyer

- Travis Morgan, Warlord

2. El sistema
- Creación de personajes
- Reglamento
- Sistema de combate
- Experiencia y aprendizaje. Fe vs maestría
- Todo el bloque

3. De conceptos y consecuencias
- Crónica de los tiempos que no fueron
- De conceptos y consecuencias
- Azar y conceptos
- Elecciones y consecuencias
- El paquete completo

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.

Índice